La Diputación de Gipuzkoa instalará hasta 15 dispositivos de detección y aviso de vehículos que circulan en sentido contrario -los conocidos como “kamikazes”- en puntos críticos de la carretera N-I, desde Idiazabal hasta Lasarte-Oria, en una apuesta por reforzar la seguridad vial mediante tecnología avanzada.
Estos sistemas forman parte de la segunda fase de la red de carreteras inteligentes que impulsa el Departamento de Infraestructuras Viarias y Estrategia Territorial, y contarán con cámaras con radar 3D, inteligencia artificial y sistemas de reconocimiento de matrículas, capaces de detectar en tiempo real maniobras peligrosas y activar paneles de aviso tanto al conductor implicado como al resto de usuarios de la vía.
Además de esta medida, el proyecto contempla la instalación de 50 nuevas balizas C-ITS (Sistemas de Transporte Inteligente Cooperativos) en la N-I y la A-15, que permitirán a los vehículos habilitados “hablar” con el centro de control e intercambiar información sobre el tráfico, accidentes o condiciones meteorológicas en tiempo real.
La iniciativa, que cuenta con un presupuesto base de 1,35 millones de euros y un plazo de ejecución de 34 meses, se suma a las 27 balizas ya operativas en las autopistas AP-8 y AP-1, posicionando a Gipuzkoa como uno de los territorios pioneros en Europa en movilidad segura y conectada.
«Queremos ser un territorio que no solo siga el ritmo de los avances tecnológicos, sino que los impulse y los ponga al servicio de la seguridad», ha destacado la portavoz foral, Irune Berasaluze.



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