El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha expresado hoy su preocupación ante los hechos ocurridos este pasado fin de semana en el antiguo edificio de los Agustinos en Martutene, donde la Ertzaintza desalojó a unas 50 personas tras una pelea con armas blancas. «Compartimos la preocupación del barrio», ha afirmado.
El edificio, abandonado durante años y objeto de ocupaciones intermitentes, fue finalmente desafectado por el Gobierno vasco y pasó a manos de Ortzadar, una entidad educativa que prevé trasladar allí el centro que tiene en Donostia. La propia Ortzadar ha iniciado un proceso judicial de desalojo y, según el alcalde, «estamos a la espera».
Goia ha insistido en que la situación actual requiere celeridad: “Lo deseable es que este tema tuviera una rápida solución. El contenido del proyecto de Ortzadar y la respuesta que puede dar al barrio resultan positivos”.
Vecinos de Martutene llevan tiempo manifestando su inquietud por el clima de inseguridad y el estado del edificio, que años atrás albergó un instituto y sigue siendo un símbolo del abandono institucional en la zona. La operación policial del domingo no ha contribuido a mejorar el ánimo.
Desde Sarroeta Auzo Elkartea., aunque valoran positivamente que se vislumbre una salida al edificio, piden “hechos concretos y plazos”, y que no se repita la historia de proyectos prometidos que no llegan a materializarse.



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