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Crisis

Incertidumbre y huelgas en los últimos meses del colegio Karmelo de Donostia

"Pese a que la responsabilidad es de Scientia School preguntamos que dónde están las instituciones porque la educación concertada se sustenta en gran medida con dinero público", denuncian desde ELA

La plantilla del colegio Karmelo se manifiesta. Foto: DonostiTik

Parte importante de la plantilla del colegio Scientia Karmelo se ha congregado este mediodía en la puerta del centro (en la calle Illunbe de Amara Berri) para denunciar que a escasos meses del cierre hay incertidumbre respecto al futuro laboral de las 40 personas allí empleadas que además sufren retrasos en los pagos y que, por otro lado, la información sobre «qué ha pasado» en el centro sigue sin estar clara. «Pese a que la responsabilidad es de Scientia School preguntamos que dónde están las instituciones porque la educación concertada se sustenta en gran medida con dinero público«, ha denunciado Mikel Uranga del sindicato ELA. 

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La plantilla del colegio Karmelo se manifiesta. Foto: DonostiTik

Uranga ha recordado que «hace unos meses se anuncio que a final de curso se cerrará el Karmelo. Queremos subrayar que Scientia School compró todo el edificio hace casi cinco años y ha ocurrido lo mismo en otros puntos del Estado», ha explicado, añadiendo que hay «sospechas bien fundadas» de que detrás de estas actuaciones «hay un interés de negocio poco relacionado con la actividad educativa». 

En medio de esta tensión hay trabajadores con dificultades para cobrar las nóminas y retrasos de hasta dos meses. Y además, según ha dicho Uranga que les ha sido trasladado, los últimos recibos llegan desde una cuenta radicada en Alemania.

Hay varias jornadas de huelga convocadas: 7, 8 y 9 de mayo, 14, 15 y 16 de mayo. 

El colegio Scientia Karmelo cuenta con 200 alumnos de hasta 16 años y 40 empleados. «La titularidad del centro nos pide orden y fe. Pero los trabajadores no saben ni cuándo termina su contrato», ha añadido Uranga, reconociendo que también los padres tienen una situación complicada. 

La bolsa de recolocación de Kristau Eskola puede ser una esperanza para el profesorado, «pero es adelantarse. Iremos viendo». 


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