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Entrevista

Javier Balda: «La galería Altxerri ha cumplido con su labor»

Han sido 40 años en primera línea, así que un cierre así es un golpe para la cultura donostiarra. DonostiTik habla con el director sobre la decisión y los cambios que la han provocado

Javier Balda, director de la galería Altxerri, que cerrará sus puertas el 31 de diciembre. Foto: DonostiTik

«Estimados amigos y clientes: la galería Altxerri, decana de las galerías del País Vasco, cerrará definitivamente sus puertas el 31 de diciembre, completando así un ciclo de 40 años dedicada a la promoción y difusión del arte contemporáneo». Lo dicen pronto y sin adornos, pero el cierre de Altxerri (Reina Regente 2), tanto la galería de arte contemporáneo como del bar, es de esas noticias que agitan la vida donostiarra y provocan un poso reflexivo y pesimista sobre el futuro próximo de la ciudad. «¿Quién hereda iniciativas como la de Altxerri o la de la librería Lagun?», se pregunta el artista Javier Balda (Pamplona, 1958), director de la galería, a escasos tres días de inaugurar la exposición de Rakel Ubago, una de las socias fundadoras. Serán las obras de esta artista las protagonistas de la última exposición, lo cual es «un homenaje por tantos años de paciencia, aguante y apuesta por el arte contemporáneo», dice Javier Balda. DonostiTik habla con el director de la galería, que lleva tres años al frente de la misma «que parecen seis».

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Javier Balda, director de la galería Altxerri, que cerrará sus puertas el 31 de diciembre. Foto: DonostiTik

¿Sabían cuando la programaron que ésta sería la última muestra?, ¿cómo se tomó la decisión?
Sí, lo sabíamos. La decisión de cerrar la galería se tomó a principios de verano y hay unas cuantas razones. Primero que ya se han cumplido 40 años desde que abrió en un segundo piso de la Avenida de la Libertad y desde entonces han cambiado las condiciones del consumo cultural. Y hay que sumar las crisis: la de 2008 se arrastraba todavía cuando llegó el covid, si bien nos hemos mantenido y el año pasado empezamos a remontar. En todo caso se ha cumplido un ciclo de este proyecto cultural que han sido la galería de arte contemporáneo y el bar con música en directo, que fue un hito. Altxerri ha cumplido con su labor.

¿Puede hablarnos más del cambio en el consumo cultural?
Cuando las galerías empezaron a abrir sus puertas hace 40 o 30 años no solo en Euskadi, en toda España, tuvieron mucha aceptación. Los clientes acompañaban a las galerías y conocían a los artistas porque éstas tienen una labor pedagógica. Ahora el consumo de la cultura está más extendido por la comunicación, sin embargo hay menos venta y esto también es una tienda. Necesitamos equilibrar la oferta de cinco o seis exposiciones que hacemos al año con la venta. Y lo cierto es que globalmente hay más acciones de arte, pero la venta no llega ni a la de hace 20 años. 

¿Se ha extendido el consumo cultural para mal?
Es que el valor de la imagen ha descendido mucho. ¿Qué pones en casa?, la foto de vacaciones. Y se produce más. Por ejemplo muchos pintan porque les gusta y parece que eso tiene el mismo valor que la obra de un profesional. Ante ese consumo indiscriminado competir es difícil.

¿Cómo ha sido su experiencia al frente de la galería Altxerri?
Yo sustituí a Juan Ignacio Velilla, que estuvo 30 años como director. Iba a entrar el 15 marzo cuando estalló la pandemia. Pese a todo nos empeñamos y el 1 de julio estábamos con una exposición. Los dos primeros años fueron tremendos, sin querer cerrar las puertas, programando, echando mano de artistas amigos… Yo quería hacer algunos cambios y actualizar la galería, y he hecho lo que he podido. Por un lado estoy contento y por otro me da pena. Tomar esta decisión ha sido difícil, si bien tanto la propiedad como los asesores y el antiguo director creemos que se ha hecho una labor bonita. 

¿Ha sido una decisión conjunta?
Sí. La socia fundadora se deja aconsejar, aunque ella decide. 

¿Y cómo queda ahora el panorama de las galerías de arte contemporáneo en Donostia sin Altxerri?
Hicimos una asociación durante la pandemia para tener más fuerza ante las instituciones, ya que las galerías de San Sebastián tradicionalmente siempre se han llevado bien. Y desde la asociación nos dicen que este cierre, que no será una pérdida porque Altxerri seguirá en la memoria colectiva, es muy simbólica porque esta galería ha sido un tractor, ha creado una marca. Y lo mismo pasa con el bar. 

Respecto a los demás ahora hay gente más joven y proyectos diferentes que creo que sabrán adaptarse mejor a este momento. Nosotros no hemos tocado la venta online porque confiábamos más en la venta directa, así que la mayoría de nuestro público es local, pero con buenos contactos exteriores. Hay que acudir a muchas ferias internacionales y captar clientes de otra manera. 

¿Y desde el punto de vista personal cómo encara usted el cierre?
Yo volveré a mi estudio de Astigarraga y retomaré mi obra. Mi primera exposición en San Sebastián la hice aquí, en Altxerri, sería el año 88. Con Altxerri también fui a mi primera feria. He tenido un desarrollo en esta galería. 

¿Nos habla de la última exposición?
Detrás de la iniciativa de esta galería había tres matrimonios fundadores, si bien Rakel Ubago y Ramón Iriondo eran los motores. Pero además ella es arquitecta y tiene su obra, parte de la cual podrá verse desde el 14 de diciembre hasta el 31. Es una especie de homenaje por ese mecenazgo. Queremos que sea una celebración, también, con quienes nos han acompañado durante tantos años. Más información: Cierra el bar Altxerri: réquiem por el jazz en Donostia


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