El informe preliminar elaborado por el Departamento de Urbanismo apunta a la acumulación de lluvias como responsable del derrumbe de la trasera de la Avenida de Zarautz del pasado 19 y no apunta a las obras del Metro por el momento. En todo caso el alcalde Eneko Goia ha explicado también que la empresa Ikerlur se encargará de hacer un informe geológico que dará todas las claves sobre el origen del suceso y ha querido dejar claro, por otro lado, que la ladera afectada ya cuenta con un historial de riesgos registrados en el Ayuntamiento. El más grave en 1992.
En la Comisión de Urbanismo celebrada esta mañana se ha hablado exclusivamente del derrumbe tras las peticiones que hicieron EH Bildu y Elkarrekin Donostia en su momento y la convocatoria del alcalde de hace unos días.
En la comisión ha querido dejar claro Goia que el terreno es privado, pertenece al promotor Antiguoberri, y que en varias ocasiones se le ha pedido desde el Consistorio que se encargue de su mantenimiento.
«A falta del informe geológico-geotécnico que pueda analizar la situación con mayor profundidad, parece que el motivo del corrimiento de tierras con arrastre parcial del muro podría ser la acumulación de lluvias habidas en los últimos días (dos últimas semanas sobre todo), unida a la posible colmatación de las vías de drenaje del trasdós del muro», ha manifestado Goia ante los concejales correspondientes y también ante los vecinos afectados que han querido acercarse a la comisión.
Goia considera «ejemplar» la actuación del Ayuntamiento tras el suceso y la atención que se dio a los afectados, así como la rápida colocación de la malla para que no caigan más piedras y tierra.
Se da por hecho que más allá de las conclusiones del estudio de Ikerlur habrá que trabajar en la ladera para lograr su estabilidad. Una estabilidad que lleva años en entredicho, tal y como ha apuntado el alcalde, y que corresponde al propietario, Antiguoberri, más allá de la actuación del Ayuntamiento en casos de emergencia como el que se ha dado.
La reunión entre el alcalde y los vecinos ha sido «cordial» en palabras de Goia, que ha destacado que estos no sabían que el propietario del terreno es privado. Cabe recordar que el muro afectado está situado en la parte trasera de los edificios situados en la calle Zarautz, números 31 y 33.
Desde EH Bildu y Elkarrekin Donostia han hecho hincapié en la necesidad de contar con más datos y en los problemas que puede acarrear una obra tan importante en un lugar ya entendido como ‘delicado’. «Tendremos que estar muy vigilantes, sobre todo en periodos de lluvias», ha reconocido el alcalde tras la comisión.
También se ha puesto de manifiesto que han sido siete las reclamaciones de los vecinos a Euskal Trenbide Sarea (ETS) desde febrero, una de éstas por ruido.
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