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Reivindicación

La Carta de Derechos Sociales pide «control de precios ya»

Los grupos y sindicatos que la conforman anuncian movilizaciones ante un "otoño duro" que procede realmente de "la avaricia de las élites", aseguran; habrá manifestaciones el 19 de noviembre

Los agentes y sindicatos que conforman la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria han anunciado movilizaciones bajo el lema ‘Pobretzeari STOP! Condiciones de vida dignas y control de precios ya!’. La «dinámica movilizadora» presentada tendrá su punto álgido en las manifestaciones del sábado 19 de noviembre, «en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria» señalan en un comunicado. En el caso de Donostia partirá desde el Boulevard a las 17.30 horas. Sus similares serán a las 12.00 horas desde Artium en Gasteiz, y también a las 17.30 desde el Baluarte de Pamplona y el Sagrado Corazón de Bilbao.

En la comparecencia han denunciado que la situación actual «es insostenible», y que con el aumento de la inflación se están «acelerando los problemas estructurales que ya sufrimos». Los integrantes de la Carta llaman a «hacer frente a los recortes de los servicios públicos y al aumento del empobrecimiento de la clase trabajadora en general». «Nos auguran un otoño duro, como si lo que viene fuese un fenómeno meteorológico, Pero no, la avaricia de las élites y las políticas para garantizarlo son las que llevan a endurecer la situación de los y las ciudadanas», sigue el comunicado.

Por todo eso, más allá de las marchas del 19 de noviembre, ya a partir de este mes iniciarán más movilizaciones. Una de ellas también se prevé en la capital gipuzkoana: el 3 de noviembre en Donostia los grupos de la Carta realizarán «una iniciativa a favor del derecho a la vivienda y contra la turistificación». Pero hay otros actos, como una conferencia sobre energía el 26 de octubre en Vitoria, o un «mercado transparente y de productos locales» el 27 de este mismo mes en Bilbao y Pamplona

Todo esto, tomado como una confluencia de diversas luchas, pide de fondo varios puntos concretos, como un salario mínimo de
1.400 euros y una pensión mínima de 1.260 euros «para dignificar el trabajo de los y las trabajadoras, ambos sujetos al IPC real». O también reivindicar «el derecho a la energía y la publificación del sector y el control de todos los productos energéticos, así como una hoja de ruta para planificar democráticamente la transición», entre otras peticiones.


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