La Diputación ha aprobado el Código Ético y de Buena Gestión del Empleo Público Foral que tendrá la condición de código deontológico y es de obligado cumplimiento. Con ello los empleados forales se comprometen al desarrollo efectivo de una política de transparencia-publicidad activa, a una apertura efectiva de datos públicos, a la simplificación de procedimientos, así como con la promoción y el uso del euskara.
El Código establece dos grandes ámbitos. De una parte los valores éticos y las normas de conducta, que están íntimamente ligados al Sistema de Integridad Institucional aprobado con anterioridad. De otra parte los principios de buena gestión y las normas de actuación profesional. “El código no se conforma con que el empleado público cumpla con las obligaciones legales, sino que busca la calidad y la excelencia en el servicio público”, ha explicado el diputado de Gobernanza y Comunicación con la Sociedad Imanol Lasa.
En cuanto a los valores éticos, el Código regula aspectos como los conflictos de interés, la eficiencia con especial atención a la sostenibilidad financiera de la administración foral, aboga por evitar las interferencias externas en la toma de decisiones, etc.
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