La Diputación de Gipuzkoa instalará en los próximos días una paloma blanca en la fachada del Palacio Foral como gesto simbólico de solidaridad con la población civil de Gaza y con todas las víctimas de conflictos armados en el mundo. Así lo ha anunciado la portavoz foral, Irune Berasaluze, tras la aprobación por parte del Consejo de Gobierno de una declaración institucional que denuncia la grave situación humanitaria en la Franja y exige medidas urgentes a nivel internacional.
“La situación en Gaza no tiene precedentes. Hay que actuar ya ante el sufrimiento de una población civil que vive bajo bombardeos, sin acceso a agua, comida ni atención médica”, ha afirmado Berasaluze, que ha llamado a la comunidad internacional a “dar un paso al frente” y “actuar con contundencia para exigir el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario”.
En la declaración aprobada esta semana, la Diputación condena “de forma rotunda” el genocidio que —según el texto— está perpetrando el Estado de Israel contra la población palestina, así como el ataque cometido por Hamás el 7 de octubre de 2023. El documento reclama un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente, y pide la retirada de las fuerzas militares israelíes de Gaza, así como la entrada urgente de ayuda humanitaria coordinada por Naciones Unidas.
También exige la liberación inmediata y sin condiciones de los rehenes en manos de Hamás, y manifiesta su apoyo a los trabajadores de la UNRWA (la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos), a quienes considera esenciales para mantener un mínimo de dignidad en medio del desastre. “Criminalizar esa labor solo empeora una situación ya de por sí desesperante”, ha advertido la portavoz.
Berasaluze ha subrayado que Gipuzkoa mantiene una posición firme y coherente de apoyo a los derechos humanos en cualquier parte del mundo: “Nuestra sociedad ha estado siempre del lado de las víctimas, ya sea en Ucrania, en Siria, en África o, como ahora, en Gaza. La paloma blanca representa ese compromiso colectivo con la paz, con la dignidad humana y con una convivencia basada en los derechos de todas las personas”.
La Diputación reclama a la comunidad internacional y a las instituciones europeas que actúen con urgencia para frenar la catástrofe humanitaria y facilitar una salida dialogada al conflicto. “Desde lo local también tenemos una responsabilidad: la de alzar la voz frente a la injusticia y contribuir a la construcción de un mundo más justo, seguro y humano”, ha concluido Berasaluze.



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