El Consejo de Gobierno de la Diputación ha dado luz verde esta mañana al Plan de Acción para adecuar los túneles de la A-15 a la directiva europea con una inversión prevista de 48,3 millones. El objetivo de la directiva europea 2004/54/CE es garantizar un nivel mínimo de seguridad a los usuarios mediante la prevención de situaciones críticas que puedan poner en peligro la vida humana, el medio ambiente y las infraestructuras de los túneles y mediante la protección en caso de accidente. La directiva es aplicable a todos los túneles de la red transeuropea de carreteras cuya longitud sea superior a 500 metros, lo que en Gipuzkoa afecta a cuatro túneles de la A-15: Belabieta, San Lorentzo-Larre, Gorosmendi y Oindolar.
Según ha recordado la portavoz foral Eider Mendoza la Diputación arrancó este proceso en 2016 y, hasta la fecha, se han llevado a buen término las obras del tubo en dirección Iruñea del túnel de San Lorenzo-Larre y actualmente se está trabajando en el de dirección Donostia. Las dos actuaciones han tenido un coste total de 12 millones de euros.
Se trata de un proceso no exento de dificultades, según ha explicado la portavoz foral: por una parte, la carretera es una autovía de montaña, por lo que solo se puede actuar del 15 de marzo al 15 de noviembre. Por otra parte está el importante impacto económico que tiene el proyecto, a lo que se suma las afecciones al tráfico que genera, lo que impide actuar en más de un túnel a la vez.
Con el Plan de Acción aprobado hoy, la Diputación plasma su compromiso para llevar a cabo las obras de los túneles de Belabieta, Gorosmendi y Oindolar entre 2020 y 2023, con una inversión total prevista de 48,3 millones de euros.