La Guardia Civil ha detenido e investigado a 16 personas integrantes de cuatro grupos organizados dedicados al tráfico ilegal de anguila europea obtenida ilegalmente en Francia y España y que operaban en Gipuzkoa, Madrid y Asturias. Ha sido en el marco de la Operación FAME.
Uno de los grupos organizados, ubicado en Asturias, introducía angulas no declaradas procedentes de Francia, y, junto con las adquiridas legal e ilegalmente en ríos asturianos y del País Vaco, las enviaba a Portugal por taxi para evitar su control. Una vez en Portugal eran exportadas ilegalmente en avión en maletas facturadas por “mulas” de origen asiático.
Por otro lado la organización residente en Madrid prefería enviar cantidades mayores de angulas declarándolas como otro tipo de pescado, marisco o, incluso como carne de ternera, a través de carga aérea. De las investigaciones se conoce también su intención de camuflarlas en barriles de cerveza.
Los 400 kilos de angulas intervenidos durante la operación fueron reintroducidos en aguas de los ríos Oria y Bidasoa en colaboración con los Agentes Medioambientales de los Gobiernos Gipuzkoa y Navarra.
Según el informe de valoración de la Autoridad Administrativa CITES se establecía para la temporada 2018-2019 un precio de 1.500 €/kg en el mercado asiático, por lo que las angulas intervenidas tendrían un valor de 600.000 euros. Además, según las estimaciones realizadas por la Guardia Civil, las cuatro organizaciones criminales investigas podrían haber obtenido unos beneficios anuales superiores a los 6 millones de euros.
Por otro lado hay que resaltar que esta operación se produce coincidiendo con el inicio de la próxima campaña de pesca de la angula.
Primera sentencia
Es de destacar que en mayo de 2019 fue publicada la primera sentencia contra este tráfico ilegal, siendo declarados culpables 5 personas y 3 empresas con penas que ascendieron a 23 meses de prisión y 1,5 millones de euros en multas.
El problema de la anguila europea
A principios del siglo XXI diferentes estudios científicos observaron un importante descenso de la población de la anguila europea por la sobreexplotación de la pesca. La situación llevó a las autoridades europeas a solicitar la inclusión de la especie en el Convenio CITES, siendo aprobada su entrada en el Apéndice II.
Sin embargo, aunque evidentemente esta medida ayudaba a controlar la actividad comercial, seguía siendo insuficiente por lo que en 2010 se aprobó el cupo cero, que implicaba que no se podía comerciar internacionalmente con esta especie.
La investigación, coordinada por Europol, ha sido desarrollada por agentes pertenecientes a la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) del SEPRONA de la Guardia Civil. Las operaciones han sido en colaboración con ASAE (Portugal) y OCLAESP (Francia).