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«La identificación de las altas capacidades en los menores representa un desafío»

DonostiTik habla con Olatz Alberdi, que está al frente de La cueva del talento, un proyecto que comenzará a dar a conocer esta misma semana y aborda un asunto cada vez más presente en la sociedad

Olatz Alberdi, de La cueva del talento. Foto: DonostiTik

Según los expertos entre un 10% y un 15% de la población tiene altas capacidades, si bien con diferentes grados. En este contexto ha nacido en Donostia el proyecto La cueva del talento, que será presentado próximamente con dos encuentros abiertos al público. DonostiTik habla con su responsable Olatz Alberdi, que arroja luz sobre este tema cada vez más presente. 

¿Por qué se escucha cada vez más hablar de altas capacidades?

Cómo sociedad nos estamos dando cuenta que personalizar la educación es el futuro. El Gobierno vasco ha puesto en marcha un plan de identificación y eso está haciendo que muchos niños sean evaluados. Sabemos que las altas capacidades conllevan necesidades emocionales, sociales y cognitivas específicas. Atender estas necesidades es crucial para fomentar el bienestar emocional y la estabilidad de estos menores. Al satisfacer estas demandas también se potencia el desarrollo de sus habilidades, asegurando que puedan crecer plenamente. Todo esto garantiza que la sociedad no desperdicie los valiosos talentos de futuras generaciones.

¿Por qué se percibe como algo que puede resultar problemático?

No es que los niños con altas capacidades sean más problemáticos, sino que la detección precoz de las altas capacidades es más probable cuando los menores ya están en una consulta a la que acude la familia, por ejemplo, por una actitud disruptiva. Lo cierto es que identificar a aquellos niños con altas capacidades que son estables, obtienen buenas calificaciones y, en muchas ocasiones, prefieren no destacar, lo cual es un perfil muy común en niñas, resulta considerablemente más complejo. Esta dificultad en la identificación representa un desafío.

¿Cómo funciona este asunto en Gipuzkoa?, ¿cómo se detecta y qué ocurre a continuación?

La identificación en Gipuzkoa se está llevando a cabo entre primero y sexto de primaria con una serie de pruebas, aunque desde mi punto de vista muchos menores se quedan por el camino. Además la identificación no es un fin en sí mismo, la identificación debería ser el inicio para saber cuáles son las necesidades de la persona evaluada, y con esa evaluación hay que hacer un plan integral, una gestión emocional, adaptaciones curriculares, etc. Por eso hemos creado La cueva del talento, que nace para poder desarrollar ese talento con la participación estrecha de las familias y con la ayuda también de los centros educativos. 

¿Qué recomendaría a las familias con menores que tienen altas capacidades?

Que se informen, que investiguen, que acudan a profesionales en la materia, a asociaciones o a fundaciones. Lo imprescindible para poder acompañar y gestionar las necesidades de los niños de altas capacidades en primer lugar es el cambio en uno mismo como padre o madre porque somos los principales referentes. 

¿Cómo fue su caso en particular?

Mi caso empezó hace 5 años en plena pandemia, cuando vimos que algo le pasaba a nuestro hijo. Lo llevamos a un psicólogo y nos dijo que había que hacerle varios test para confirmar o descartar las altas capacidades. Ver que tu hijo no es feliz creo que es el peor sentimiento que puedes tener como madre. A raíz de la evaluación devoré toda la información que pude recopilar y finalmente nos dimos cuenta de que los que teníamos que cambiar la perspectiva de cómo educar éramos nosotros. Así lo hicimos y poco a poco las cosas fueron mejorando. Ahora él está acelerado de curso, tiene amigos de la fundación Jasón y está feliz. Yo me evalué hace dos años porque tener un nivel de autoconocimiento más ajustado siempre ayuda. Saber cuáles son tus fortalezas y debilidades y conocerte mejor nunca esta de más.

Respecto al resto de Europa, ¿manejamos mejor o peor este asunto?

Es un escenario que va cambiando. Sé que Francia, igual que nosotros, es un país que en este momento está a la cola de la detección y el manejo de las necesidades específicas de estos niños. Irlanda Holanda y Hungría van a la cabeza. 


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