El próximo lunes 9 de junio a las 9:00, partirá desde Albaola Itsas Kultur Faktoria (Pasaia) la nueva puerta del Santuario de San Miguel de Aralar, en un recorrido simbólico de más de 86 kilómetros que unirá Gipuzkoa y Navarra en una peregrinación popular.
Fabricada con técnicas tradicionales en el astillero-museo de Albaola, la puerta viajará en un carro tirado por bueyes, acompañada de txistularis, bertsolaris y expresiones de devoción que evocan antiguas formas de vínculo con el territorio. La primera parada será la iglesia de Pasai San Pedro, y desde allí, en vehículo hasta Astigarraga, donde comenzará el trayecto a pie.
La peregrinación se enmarca en el proyecto Mundu berri baterako ateak – Puertas para un mundo nuevo, una respuesta colectiva al ataque vandálico que sufrió el santuario en octubre de 2024. Más que una reparación, es un gesto de auzolan, memoria y esperanza compartida.
Las siete etapas de la peregrinación:
- 1. Astigarraga – Villabona (15 km, 9 de junio):
Pasos por Astigarraga (10:00), Hernani (10:50), Urnieta (11:30, con parada), Andoain (13:40), Sorabilla (14:10) y llegada a Villabona (15:00). - 2. Villabona – Tolosa (6 km, 10 de junio):
Villabona (9:00), Anoeta (9:50), Tolosa (10:40). - 3. Tolosa – Lazkao (19 km, 11 de junio):
Tolosa (9:00), Alegia (10:15), Ikaztegieta (10:50), Legorreta (11:40), Ordizia (12:50), Lazkao (13:40). - 4. Lazkao – San Gregorio (9,7 km, 12 de junio):
Lazkao (9:00), Ataun (9:45, con parada), San Gregorio (11:20). - 5. Alto de Lizarrusti – Etxarri Aranaz (16,9 km, 13 de junio):
Salida desde Lizarrusti (11:30), llegada a Etxarri Aranaz (14:00). - 6. Etxarri Aranaz – Uharte Arakil (9,2 km, 14 de junio):
Etxarri Aranaz (9:00), Arbizu (9:45), Lakuntza (10:15), Arruazu (11:00), Uharte Arakil (12:00). - 7. Uharte Arakil – Santuario de Aralar (10,7 km, 15 de junio):
Salida final a las 9:00, con llegada al Santuario y bienvenida festiva a las 12:00.
El acto de cierre incluirá una eucaristía presidida por el obispo Mons. Mikel Garciandia, la bendición de la ermita de la Trinidad recientemente restaurada, y una celebración popular con danzas y pintxos.
“Lo más valioso no es cómo queden las puertas, sino lo que representan: un abrazo a quien llega y la certeza de que en comunidad, con San Miguel como guía, el mal se vence”, afirma el capellán del Santuario, Alfonso Garciandía.



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