La Universidad de Deusto ha celebrado hoy, 29 de enero, la festividad de su patrono Santo Tomás de Aquino -este año se cumplen los 750 años de su muerte- con la investidura de sus nuevos graduados de Teología y nuevos doctores -un total de 23 doctores defendieron su tesis doctoral el pasado año-, así como con la entrega de distinciones a los estudiantes más brillantes. Un día de reconocimiento del trabajo bien hecho que también marca el inicio de las graduaciones de los 1.678 estudiantes de grado que culminaron sus estudios en el curso 2022-23.
De estos egresados 324 pertenecen a Deusto Business School, 388 a Ciencias Sociales y Humanas, 198 a Derecho, 204 a Ingeniería, 379 a Educación y Deporte, 176 a Ciencias de la Salud, 9 a Teología. A estos graduados se suman los 1.094 de Máster y 23 nuevos doctores, lo que hace un total de 2.795 nuevos titulados en el curso pasado.
La jornada académica, que va precedida de una eucaristía en la Capilla Gótica, se ha iniciado con la entrega de los Premios Extraordinarios Fin de Carrera UD, Honors Program, Premios Fundación Mendieta y Lambarri y Premio Extraordinario Ignacio Ellacuría. A continuación, se ha homenajeado a los profesores eméritos, profesores y colaboradores jubilados, para seguir con las investiduras de los nuevos teólogos y doctores, y las palabras del rector Juan José Etxeberria. Discurso íntegro.
Celebrar los logros
El rector ha dedicado sus primeras palabras a Santo Tomás de Aquino, patrón de las universidades católicas, quien defendió que la fe y la razón pueden coexistir armoniosamente y que el estudio de la filosofía y las ciencias es, no solo compatible con la fe cristiana, sino necesario para expresar de forma sistemática y actualizada la revelación cristiana. Un personaje que, como ha contado, antes de ser el catedrático de renombre que conocemos, fue maltratado por su familia y por algunos de sus compañeros dominicos.
En este sentido, en esta figura conviven el gran académico y el hombre de esfuerzo, la fama y la miseria, el compromiso, el éxito y también el fracaso. Y, por ello, sigue siendo una referencia para el quehacer universitario de Deusto porque «la Universidad se robustece no solo a partir del producto exitoso, sino de todo el proceso que nos hace crecer como comunidad. Ese es nuestro mayor logro colectivo», ha señalado Juan José Etxeberria. Logros colectivos que se celebran cada año en esta festividad que es una ocasión de renovar el compromiso con nuestra misión y de agradecer todo lo que recibimos a través de nuestro trabajo, tanto institucional como personalmente. Y sobre esas tres dimensiones: «celebrar los logros», «renovar el compromiso» y «agradecer la vida compartida» es sobre las que ha girado su discurso.
En relación con la celebración de los logros, el rector asegura que la naturaleza cíclica de las actividades en la universidad hace que muchas veces no tengamos tiempo para celebrar, un hecho que cree no nos ayuda a ser conscientes de los logros. Sin embargo, afirma que hay una excepción: «las ceremonias de investidura», donde el tiempo se concentra y se detiene, y «se hace memoria del trabajo realizado y nos felicitamos por los resultados».
Estas ceremonias son «uno de los regalos de los que disfrutamos en la vida académica». Y, por tanto, una cita para recordar de la mano de los nuevos egresados de Teología la vocación profunda de nuestra Universidad: «la llamada a actualizar y renovar la síntesis de la ciencia y fe, como lo hizo Santo Tomás». Recordar también el culmen de la formación universitaria que representan los nuevos doctores y, asimismo, el esfuerzo de las alumnas que han mostrado un desempeño excelente de sus estudios. «Estamos muy orgullosos de todos», ha expresado el rector Etxeberria.
La segunda expresión que ha citado es «renovar nuestro compromiso» y que, en este caso, tiene que ver con la cuestión ecológica. Es un tema que se está empezando a tratar en la sociedad desde hace poco, pero que «hoy -ha subrayado el rector de Deusto- reconocemos como uno de los grandes retos de la humanidad, que queremos incorporar de manera más central y decidida en nuestra actividad académica. Porque la crisis medioambiental ha transformado drásticamente la actividad económica humana y está castigando severamente la vida».
En su opinión, formamos una unidad con el resto de seres vivos del planeta, con quienes compartimos origen, parentesco y destino, y tiene claro que «no nos podrá ir bien a nosotros cuando el resto de la vida se ahoga o está afectando de manera desigual». El reto que afrontamos como humanidad tiene dimensiones colosales, y Juan José Etxeberria cree que se ha de abordar a partir de una acción decidida, lúcida y articulada en el ámbito local, nacional e internacional.
Tal y como ha explicado, Deusto no quiere afrontar esta crisis, desde el catastrofismo, sino que lo quiere hacer con una mirada de esperanza y, por ello, aboga por contribuir en este amplio movimiento de defensa de la naturaleza desde la propia realidad universitaria de Deusto.
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