Salud

Las familias de pacientes con patología dual demandan más acompañamiento

Asepadual reúne mañana en Tabakalera a expertos para poner sobre la mesa cuáles son las necesidades de quienes padecen adicción y trastorno mental

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Tabakalera. Foto: Santiago Farizano

El centro cultural Tabakalera acogerá mañana la jornada Patología Dual: en busca de una vida que merezca ser vivida, organizada por Asepadual en colaboración con Papageno y con el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa. El encuentro quiere poner sobre la mesa una realidad que, aunque afecta a miles de personas, continúa atrapada entre diagnósticos que no encajan, servicios que no se coordinan y familias que sostienen —muchas veces en silencio— lo que los sistemas no alcanzan.

La patología dual, que combina una adicción y otro trastorno mental en una misma persona, sigue siendo uno de los puntos ciegos de la atención sanitaria y social. Así lo quiere recordar Asepadual con el lema de la jornada, cuyo objetivo es insistir en que esta condición “no define” a quienes la padecen y que, con apoyos adecuados, es posible aspirar a “una vida plena, digna y con horizonte”. Pero el mensaje llega en un contexto en el que los propios afectados denuncian dificultades crónicas para recibir una atención coordinada y accesible.

“Reivindicamos un enfoque más humano, que ponga en el centro las capacidades, deseos y proyectos de quienes conviven con una adicción y otro trastorno mental”, explica Asunción Zubia Murguiondo, presidenta de Asepadual. A su juicio, el derecho a una vida digna pasa por políticas públicas reales, no solo declaraciones de apoyo. “Es imprescindible que los distintos sistemas trabajen juntos y con recursos suficientes”, añade, poniendo en evidencia una de las mayores carencias del abordaje actual: la fragmentación.

Esa falta de coordinación recibe incluso un nombre propio: el “síndrome de la puerta equivocada”. Las personas con patología dual, al intentar buscar ayuda, pueden encontrarse derivadas de un servicio a otro —adicciones por un lado, salud mental por otro— sin que nadie asuma el tratamiento conjunto que necesitan. “Es fundamental que los recursos estén coordinados y que la persona no tenga que navegar sola entre dispositivos que, a menudo, funcionan de manera fragmentada”, advierte Zubia Murguiondo. Y su aviso llega tras años de queja insistente por parte de familias y profesionales sobre una realidad que, pese a ser conocida, avanza demasiado lentamente.

La presidenta de Asepadual subraya también el peso que soportan las familias, convertidas, muchas veces, en el principal sostén del proceso. “Cuando en el seno de una familia aparece un caso de patología dual, toda la familia enferma de alguna manera”, señala. Sin la formación y el apoyo adecuados, los familiares quedan expuestos a culpa, desgaste, desorientación e incluso incomprensión institucional. Asepadual insiste en que dotarles de herramientas no solo mejora su bienestar, sino que es clave para el pronóstico de la persona afectada. Sin embargo, la oferta pública de apoyo estructurado a familias sigue siendo desigual y, en muchos casos, insuficiente.

La asociación agradece el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa, cuya implicación permite celebrar esta jornada en Tabakalera, pero recuerda que la sensibilidad institucional debe traducirse en mejoras reales. “Gracias a su implicación podemos seguir avanzando en la visibilización de una realidad compleja”, reconoce Zubia Murguiondo. Aun así, la reivindicación es clara: la patología dual necesita una red más sólida, más humana y más efectiva, capaz de responder a una problemática que ni es nueva ni es marginal, pero sí sigue demasiado a menudo desprotegida.


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