San Sebastián, 8 oct (EFE).- Las Juntas Generales de Gipuzkoa han instado a todas las instituciones a fomentar la convivencia, los derechos humanos de todas las personas y el respeto a las víctimas y a impedir «el uso sectario de las calles de Euskadi por parte de determinados sectores políticos».
El debate sobre la erradicación de pancartas o carteles que hagan apología del terrorismo en espacios públicos llegó este miércoles a las Juntas Generales de Gipuzkoa a propuesta del PP, que se quedó solo en la defensa de su texto.
En su escritol PP proponía instar al Gobierno Vasco a prohibir expresamente la colocación de símbolos de este tipo y a denegar los permisos para celebrar actos públicos, manifestaciones o concentraciones que tengan como finalidad o efecto el enaltecimiento del terrorismo o de sus autores, petición que hacía extensiva a los ayuntamientos.
Los partidos que sustentan el gobierno foral (PNV-PSE) presentaron una enmienda a la totalidad, que salió adelante con el apoyo de Elkarrekin Podemos, en la que las Juntas condenan toda expresión de enaltecimiento del terrorismo y cualquier actuación que suponga una humillación directa a la dignidad de las víctimas.
Compromiso con la libertad de expresión
En el texto aprobado, las Juntas reafirman asimismo su compromiso con la libertad de expresión, un derecho fundamental cuyo ejercicio se sujeta a los límites establecidos por la ley e instan a las instituciones a fomentar el respeto a las víctimas y a impedir la apropiación de las calles por determinados sectores políticos.
El PP votó en contra de esta enmienda a la totalidad ya que ha decidido mantener su texto, que fue defendido por el juntero popular Jorge Mota, hermano de Ángel Mota, asesinado por ETA en 1990.
Mota opinó que votar en contra o abstenerse ante la propuesta del PP equivale a «mirar hacia otro lado ante la apología del terrorismo». «No hay excusas», recalcó.
El juntero del PSE David de Miguel mostró su apoyo, reconocimiento y compromiso ético permanente con todas las víctimas y con sus familias y ha condenado todos los mensajes y actuaciones que suponen una humillación directa a su dignidad.
«Su memoria no es solo recuerdo: es conciencia democrática y obligación moral. Ellas son, y deben seguir siendo, el centro de toda reflexión ética, política y democrática», ha recalcado.
De Miguel explicó que su grupo, aunque comparte «plenamente el fondo de la cuestión», entiende que el texto acordado con el PNV mantiene el espíritu de la propuesta original y se adecúa mejor a la «realidad jurídica y competencial de las instituciones» vascas.
La portavoz del PNV María Eugenia Agirrezabalaga aludió también a la realidad jurídica y a la jurisprudencia para defender la enmienda transaccional, al tiempo que expresó su respeto a todas las víctimas pero se ha mostrado en contra de su instrumentalización política.
La representante de Elkarrekin Podemos Mariví Eizagirre, quien intervino con un pañuelo palestino al cuello, expresó su condena a «cualquier forma de violencia política, incluida la de ETA», defendió los derechos de las víctimas y una «memoria inclusiva» y tachó de «soflama partidista» el texto presentado por el Partido Popular.
EH Bildu comparte el «dolor de las víctimas»
Por último, Joxemari Carrere, de EH Bildu, grupo que votó en contra de los dos textos, aseguró que su formación comparte el «dolor de todas las víctimas» y el hecho de que todas ellas precisan verdad, reconocimiento, reparación y de no repetición.
Tras afirmar que es hora de que este asunto deje de ser utilizado con «intereses partidistas», Carrere opinó que defender que los presos tiene unos derechos y pedir que se respeten «no es enaltecimiento del terrorismo sino justicia».



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