El anciano llegó con paso tranquilo, caminando despacio, no había prisa, nada tiene prisa en la naturaleza, y él, conocía muy bien, vaya si la conocía, la naturaleza. Dejó en el suelo alfombrado de hojarasca, la bolsa de cuero de ciervo decorada con antiguos símbolos solares, y se recostó sobre el impresionante castaño que destacaba en el bosque. Ir al blog
Absuelven a los dos empresarios acusados de un vertido de cianuro al río Deba en Bergara
La Diputación foral de Gipuzkoa, que ejercía la acusación particular, reclamaba un año de prisión para cada uno
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