Las discrepancias sobre el traspaso del puerto de Pasaia que dividen a los socios de gobierno en Gipuzkoa (PNV-PSE) se han vuelto a evidenciar este miércoles en el pleno de las Juntas Generales.
Los grupos de PNV, EH Bildu y Elkarrekin Gipuzkoa han acordado una enmienda transaccional a favor de transferir el puerto, que ha contado con el rechazo de socialistas y populares.
El PNV ha sacado adelante este texto con dos grupos de la oposición, ya que su socio de gobierno, el PSE-EE, se ha manifestado en numerosas ocasiones en contra de que el puerto de Pasaia pierda su condición de interés general.
El texto aprobado insta a la Diputación a defender el carácter estratégico de esta infraestructura para la economía de Euskadi y la competencia de las instituciones vascas en la gestión de los puertos de la comunidad autónoma.
También pide elaborar, junto con los ayuntamientos, la Autoridad Portuaria y el Gobierno Vasco, un plan plurianual de inversiones para garantizar la competitividad y viabilidad futura de la dársena, modernizar y digitalizar su gestión, medir de forma sostenible las afecciones ambientales y mejorar su operatividad.
Defiende asimismo elaborar, junto con los ayuntamientos y el Gobierno Vasco, una planificación de inversión estable para la regeneración de la bahía y especialmente de los límites portuarios.
Durante el debate, el juntero del PSE Alberto Albistegui ha asegurado que un informe de la Abogacía del Estado «zanja jurídicamente» el debate al asegurar que Pasaia cumple los cinco requisitos necesarios para ser considerado de interés general«.
Según este informe, Pasaia reúne esos cinco criterios ya que cuenta con una «actividad comercial internacional, una marcada influencia interterritorial, una importancia estratégica para la economía nacional, un volumen significativo de tráfico y cumple con una función dentro del sistema portuario estatal», ha señalado.
Por todo ello, Albistegui ha opinado que «no hay debate» y ha reiterado que el traspaso a Euskadi del puerto de Pasaia tendría «graves consecuencias» entre ellas «pérdida de atractivo para los operadores, eliminación de las aduanas, desvío del tráfico internacional a otros puertos y, lo más importante, riesgo para miles de trabajadores que dependen de esta infraestructura».
Ha lamentado además que se quiere convertir Pasaia en un puerto de «segunda categoría». Esto es «irresponsable y dañino, especialmente cuando se alimenta un debate que la Abogacía del Estado ya ha resuelto y que no tiene recorrido».
El PP, por su parte, había presentado su propio texto alternativo que, sin embargo, ha decaído al ser aprobada la enmienda transaccionada entre PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos.



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