La sala Kubo-Kutxa es una cita imperdible para los amantes de la fotografía y para los donostiarras que quieran saber más sobre su ciudad en el periodo de la primera Guerra Mundial. Han pasado más de cien años desde que Ricardo Martín fundó su estudio fotográfico en la calle Fuenterrabía y se dedicó a plasmar la vida de la ciudad en la Concha, en la Avenida, en las calles de una ciudad inmersa en su belle époque donde la moda femenina llamó mucho la atención de este fotógrafo extremeño incansable que dejó un trabajo esencial para conocer esta ciudad.
Las infracciones penales por internet son ya el 25% del total de los delitos en Euskadi
Los ciberdelitos siguen disparados con un 33% más que el año pasado
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