Se han diagnosticado dos casos de lengua azul de dos reses en una explotación de Aia. Aunque la confirmación oficial ha llegado hoy, en los últimos días la Diputación de Gipuzkoa viene trabajando con las diputaciones de Bizkaia y Araba y con el Gobierno Vasco para aplicar medidas contra esta enfermedad que no tiene ningún efecto sobre los humanos, ni por contacto con animales ni por consumo de carne del animal. Es decir, no supone ningún riesgo para la salud pública.
Imanol Lasa, diputado de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural, ha adelantado que la Diputación publicará de inmediato las órdenes forales correspondientes para “establecer todas las medidas previstas por el protocolo y garantizar así la salud animal”.
El protocolo sanitario de la lengua azul establece restricciones al traslado de animales y la puesta en marcha de una campaña de vacunación obligatoria. Se intensificará la detección para identificar posibles nuevos casos. Además, mientras el proceso de vacunación se lleva a cabo, se realizarán tratamientos de desinsectización y controles PCR para facilitar el movimiento de animales.
En el caso de Gipuzkoa, estas medidas afectarán a todo el territorio, y la Diputación Foral asumirá todo el gasto, tanto de la campaña de vacunación como del control de la salud, por lo que será un servicio totalmente gratuito para los ganaderos y ganaderas.
Se prevé que la campaña de vacunación dure dos o tres semanas, y será entonces cuando se levantarán las restricciones para el transporte de animales, recuperando la normalidad. La Diputación Foral ya ha mantenido contacto con agentes del primer sector del territorio, para dar cuenta de todas las medidas que van a adoptarse.
La Lengua Azul o Fiebre Catarral Ovina es una enfermedad vírica contagiosa. Afecta tanto a los animales rumiantes domésticos como a los salvajes, especialmente a las ovejas, y se transmite a través de insectos, principalmente a través de la picadura de mosquitos del género Culicoide. Los mosquitos son infectados con el virus al picar e ingerir la sangre de los animales infectados, propagándose así el virus a los animales sanos.