Tina Barney (Nueva York, 1945) aterriza en Donostia con Lazos familiares, la primera retrospectiva europea dedicada a su obra, tras su exitoso paso por el Jeu de Paume de París. La exposición, que se podrá visitar en Kutxa Fundazioa Artegunea del 18 de julio al 2 de noviembre, reúne más de medio centenar de impresiones de gran formato que recorren 40 años de una carrera única en la historia de la fotografía contemporánea.

Barney ha capturado como pocos la intimidad de lo cotidiano. Sus retratos escenificados, siempre cargados de detalle y teatralidad, nos abren las puertas de salones, baños y habitaciones donde gestos, miradas y silencios dibujan relaciones entre padres, hijos, hermanos y generaciones. La fotógrafa, que comenzó retratando a su entorno familiar en la costa este de EE.UU. en los años 70, ha desarrollado un lenguaje visual a medio camino entre el arte clásico y la fotografía doméstica.
“No se trata solo de retratar a personas ricas”, afirmaba Barney en una entrevista. “Estas imágenes hablan de familia, de quienes viven juntos en una casa, y de las historias que los unen o separan”.

Lo cotidiano… pero monumental
La exposición propone un recorrido temático que incluye sus primeras instantáneas familiares, retratos icónicos realizados por encargo, y obras más recientes marcadas por la teatralidad. En todas ellas destaca el uso del gran formato (hasta 120 x 160 cm), que multiplica el impacto visual y permite al espectador «entrar» literalmente en la escena.
Inspirada por la pintura holandesa del siglo XVII, el retrato clásico y la narrativa visual del cine, Barney ha sabido crear imágenes profundamente humanas. A pesar de su aparente frialdad o estatismo, sus obras laten con una tensión sutil: una mano apoyada en el respaldo de una silla, una mirada furtiva, un rostro parcialmente oculto.

Ojo entrenado en lo íntimo
Barney pertenece a una generación de fotógrafas como Sally Mann o Mary Frey, que redefinieron el retrato desde el ámbito familiar. Pero su mirada no es nostálgica ni condescendiente. Más bien, nos enfrenta a rituales sociales, jerarquías y vínculos generacionales con una mezcla de distancia y ternura. A lo largo del tiempo, su obra ha oscilado entre el reportaje y la ficción, entre la improvisación y la escenificación milimétrica.
Además de las fotografías, la muestra incluye dos películas inéditas de la artista, que refuerzan su interés por lo narrativo y lo escénico.
Arte, familia y legado
La exposición, producida por el Jeu de Paume y comisariada por Quentin Bajac, reúne obras procedentes del estudio de la artista y de la Kasmin Gallery de Nueva York. El catálogo, publicado en colaboración con Aperture, incluye textos de Bajac, de la propia Barney y del fotógrafo James Welling.
Tina Barney. Lazos familiares es uno de los grandes acontecimientos culturales del verano en Donostia.



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