Trabajadoras de las residencias y los centros de día de Gipuzkoa secundan hoy la primera de las tres jornadas de huelga convocadas este mes por ELA. El sindicato exige ampliar los contratos al 100% de la jornada laboral, reducir la jornada en el nuevo convenio y acabar con la brecha salarial que sufren las empleadas del sector, donde trabajan unas 5.000 personas, en su mayoría mujeres.
Aunque el servicio está financiado en un 90% con dinero público a través de la Diputación, ELA denuncia que las condiciones laborales siguen siendo precarias. Según sus datos, en el caso de las auxiliares de enfermería -el grupo más numeroso- existe una diferencia salarial del 25% entre las trabajadoras públicas y las subcontratadas que realizan la misma labor. Esta brecha supone más de 10.000 euros anuales.
La desigualdad se agrava en casi la mitad de la plantilla, debido a la elevada parcialidad de los contratos, lo que genera una “doble brecha”. De hecho la parcialidad alcanza el 45% y la subcontratación el 93%. Al tratarse de un sector altamente feminizado, la brecha de género resulta especialmente evidente: casi la mitad de las trabajadoras tienen contratos parciales no voluntarios.
ELA recuerda que ha trasladado estas reivindicaciones en numerosas ocasiones, pero la Diputación no ha adoptado medidas para revertir la situación. Por ello, en la manifestación celebrada hoy, las huelguistas han reclamado avances concretos en la negociación del nuevo convenio.
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