Una mejora tras el descanso no es suficiente para hacer frente a un partido como el de esta tarde en Ipurua con 6.000 personas en las gradas, un derbi que se le ha hecho muy cuesta arriba a la Real Sociedad que no ha podido superar al rival ni en posesión de balón (triste 32% en la primera mitad) ni en resultado.
Comienzo muy anodino de Imanol Alguacil dirigiendo a un equipo que no se ha encontrado a gusto en ningún momento y con una carga psicológica importante que le juega en contra. Tampoco el Eibar ha tenido su tarde, desde luego, y si bien ha hecho algunos intentos no ha llegado a nada.
Odriozola ha terminado el partido con calambres y la Real se trae un punto de vuelta que sabe a muy poco.
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