Paoletta Balmelli maúlla, ladra, aúlla, pone los ojos en blanco… mientras toca el sintetizador y canta los temas del grupo Paja. No estamos en un concierto, sino en el local de ensayo de la banda donostiarra. «Te parecerá que estamos como chotas», advierte Peio Nerecán, el guitarrista, armónica y también cantante en alguna de las composiciones. El batería Javier Vallejo, principal letrista, y el bajista Asier Martín completan la formación, que debe su nombre a sus fundadores, el tándem Paoletta y Javier. «¡Anda que no ha habido bromas con el nombre!»
«No nos califiques de pop», pide Paoletta, y los demás le secundan en desmarcarse de ese género. ¿Y cómo os definís? «Experimental sintético», acuña ella. Recurrimos a su propia presentación en la plataforma Spotify: «Con el sintetizador y la voz como instrumentos predominantes, sobre la base de la batería y la guitarra pero manteniendo la etérea atmósfera de los sonidos electrónicos, se tejen canciones, historias e incluso invocaciones».
Las invocaciones están claras, hay quien califica el concierto que dieron en la plaza Irurak de Intxaurrondo en Semana Grande de akelarre, e incluso en el propio ensayo terminará por manifestarse algún espíritu. Un único foco situado en el suelo emite luz desde abajo hacia arriba y proyecta las sombras de los músicos contra el techo. El espacio es reducido y las cervezas amenazan con volcarse sobre los instrumentos. La estancia está libre de humo, eso sí, y Peio propone «un receso» para fumar y hacer las fotos de este reportaje. «Tú siempre quieres parar», le espeta Paoletta.
El ambiente es tan distendido y divertido que parece que no hubiera un periodista en el local. Tanto es así que no faltan las puyas, ante lo que Asier, el bajista, advierte en broma de un posible titular: «Puñaladas en el ensayo de Paja». Finalmente Peio consigue su ansiado receso y la banda sale con la fotógrafa Narahari Lassmi para unas tomas en la entrada. Pero antes de las fotos, Nerecán vuelve al local a por las gafas de sol, que se ha olvidado dentro. «Venga chicos, actitud rock», anima alguno.
Desparpajo y desenfado, desde luego, les sobran. Y dejan frases para la posteridad. «Dios, qué duros son estos ensayos», ironiza Peio, quien añade: «Somos una banda sin ánimo de lucro pero queremos lucrarnos de alguna manera. Suena a contradicción pero todo el mundo las tiene. Ya solo tocamos por un mínimo de 500. Pon eso en la entrevista». Asier matiza: «Yo nunca he dicho que no tenga ánimo de lucro. Me desmarco».
Paja publicaron hace tiempo su álbum homónimo, grabado con el productor Lemmy River en los estudios Agosto, en Belauntza. Peio bromea: «Me obligaron a ir. Me dieron cloroformo». Debutaron en directo en el homenaje al fallecido Rafael Berrio, amigo de Paoletta, en la sala Dabadaba junto con los ya disueltos Infame, también donostiarras. En aquella ocasión, Balmelli leyó una carta de Berrio e interpretaron canciones del desaparecido autor de culto donostiarra.
Han teloneado a Capitán Elefante en la misma sala y a Stanich en la casa de cultura de Intxaurrondo. También pusieron la música en directo en la actividad de creación espontánea «Busca tu musa en un PAJAr» en Tabakalera, que consistió en una jam artística. No en vano, Balmelli es más conocida por su carrera como pintora. Su próximo concierto será en la fiesta Nórdica del Dabadaba del 10 de febrero junto a Slim Fit y Natural Project.
La banda planea hacer un videoclip utilizando la técnica liquid lights, un método analógico mediante proyecciones psicodélicas con líquidos. ¿Referentes? Javier apunta a los Pixies pero destaca sobre todo que les gustan «muchos grupos y muchos estilos, aunque Paoletta creo que tiende más hacia…» «¡La ópera!», salta ella, y se ríe, pues si algo no falta aquí es el humor.
Las letras de Paja invocan al más allá. «Siempre tengo un fantasma a mi lado», dice una, y continúa: «Eso no me preocupa, sino que me conozca mejor que yo». El espíritu del local de ensayo se manifestó hacia la última canción, cuando de golpe una cerveza cayó de una balda sobre Paoletta, ella gritó y corrió a por papel para secar el sintetizador, y mientras los demás seguían tocando. Show must go on!
Vamos terminando sesión y entrevista. Nerecán pregunta al reportero: «¿Qué, te lo has pasado bien?». Desde luego.
