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Desacuerdo

Un hostelero de Astigarraga anuncia que cierra por un conflicto con el Ayuntamiento

El propietario del bar Laket, que valora iniciar una huelga de hambre, está obligado a quitar 6 mesas del exterior por lo que considera una aplicación “arbitraria, injusta y torticera” de la ordenanza de terrazas

Kike Pérez Indo en el Laket de Astigarraga. Foto: Donostitik

Un hostelero de Astigarraga ha anunciado el cierre de su bar, el Laket, y asegura que valora comenzar una huelga de hambre para protestar por la que considera una aplicación “arbitraria, injusta y torticera” de la ordenanza de terrazas, que le hace perder 6 mesas de las 18 que tiene en el exterior. 

El propietario del bar, Kike Pérez Indo, asegura que, si no cambia la situación, cerrará el establecimiento ubicado en Erribera Plaza el 31 de enero, y decidirá entonces si comienza una huelga de hambre en el interior del local. Añade que cuenta con el apoyo de «una multitud de vecinos», que este viernes 26 de enero tiene previsto acudir a una concentración de 19 a 20 horas «para defender que se aplique la nueva ordenanza de terrazas y no una torticera interpretación de la misma que solo perjudica al Laket”. Además, por el momento, más de 620 personas han firmado en apoyo al bar.

El Ayuntamiento aprobó una serie de modificaciones de la anterior ordenanza y, según el artículo 18.5 de dicha normativa, la disposición de la terraza a la altura del local contiguo requiere, además de la autorización de dicho establecimiento como hasta ahora, el visto bueno de la comunidad de propietarios. Este cambio afecta a seis de las mesas que el hostelero tiene en el exterior. 

«Logré los permisos tanto de la comunidad como del local contiguo, cumplí con esta modificación, pero curiosamente el Ayuntamiento decidió interpretar de otra manera su propia ordenanza y denegarme el permiso”, explica Kike Pérez.

El hostelero explica que eliminar seis mesas supone una merma de un 33% de facturación del bar en el que trabajan siete personas. “No quiero despedir a ninguna persona de mi equipo, pero me veo obligado a cerrar el bar. Es muy injusto lo que están haciendo con nosotros, que contamos con un apoyo total del vecindario. Seguiré defendiendo que cumplimos la ordenanza, que hay una aplicación muy arbitraria de la misma que solo nos perjudica a nosotros».


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