San Sebastián, 25 ago (EFE).- La Quincena Musical de San Sebastián y el Coro Easo estrenarán este martes su coproducción ‘Nizugu’, una ópera para todos los públicos creada íntegramente por niños y jóvenes vascos que interpretarán, en el escenario del Teatro Victoria Eugenia, medio centenar de cantores y una veintena de músicos.
Todos son miembros de las formaciones de la agrupación coral donostiarra Easo Eskolania, Easo Txiki y Easo Sinfonietta, que actuarán bajo la dirección general de David de Oliveira, con Guillermo Amaya en la dirección escénica y Lucía Arzallus en la de la orquesta.
Una ficha técnica ‘kilómetro 0’ que se completa con el libreto escrito por Marta García y la música compuesta por Iñaki Carcavilla.
‘Nizugu’ es la sexta ópera de producción local fruto de la colaboración emprendida en 2018 entre la Quincena Musical y Easo Abesbatza, que ha dado lugar anteriormente a obras como ‘Itsasotik eskolara’ ‘Hirira’ o ‘Egia ala geruza’, y con la que ambas entidades buscan acercar este género a nuevos públicos con espectáculos musicales hechos por y para los más jóvenes.
Las Juntas Generales de Gipuzkoa aportan financiación al montaje, que ha sido presentado este lunes en el Victoria Eugenia por su presidente, Xabier Ezeizabarrena, y el director de la Quincena, Patrick Alfaya, junto a varios protagonistas del espectáculo.
«Nos gusta acercarnos al público más joven pensando en el futuro» y para poner en valor que ahora entre la juventud «no todo es digital», ha dicho Alfaya, que ha asegurado que, aunque actualmente «casi ningún festival hace producciones de creaciones escénicas», ésta es una apuesta firme del certamen donostiarra, que ha visto como algunas de sus óperas anteriores «han viajado fuera de Euskadi».
La autora del libreto ha explicado que la historia se articula en cuatro actos, que sitúan al espectador en espacios y situaciones distintas, desde el aula al patio escolar, la casa familiar y el dormitorio.
Todo discurre en torno a otros tantos ‘yoes’ que recorren la evolución de un niño de 8 años hasta que llega a los 17, con las relaciones y emociones que se suceden en cada etapa, como la curiosidad y el desafío a la autoridad, las riñas o la reflexión y la autoconciencia.
García ha indicado que ‘Nizugu’ incluye partes habladas en euskera y cantadas en castellano, y entre éstas últimas figuran formas de la métrica española como seguidillas, coplas, sonetos y romances.
El compositor de la obra, Iñaki Carcavilla, ha buscado por su parte dar coherencia interna a cada acto, con su correspondiente personalidad, de forma que ha creado «cuatro identidades musicales interconectadas» que van desde una música más infantil, a otra de raíz folclórica, pasando por melodías de generaciones pasadas que el público reconocerá en chotis o habaneras, para terminar con «una música más contemporánea, extendida y amplia».
La escenografía se articula como «un gran Tetris», ha asegurado Guillermo Amaya, que ha destacado que es obra de Goretti Figueroa e incluye unas grandes piezas colgantes de ‘origami’, construidas en colaboración con Emaús Fundación Social, al tiempo que Eider Barrenetxea se ha encargado del vestuario, todo ello tras un ‘laboratorio de ideas’ previo desarrollado con alumnado de IED Kuntshal Bilbao.
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