El vecindario de Egia lleva tiempo alertando sobre el deterioro de la plaza Campo de Atotxa de Egia y su entorno: rejillas levantadas por el paso constante de camiones, ruido a horas intempestivas, suciedad en las calles y una iluminación nocturna excesiva en la nueva estación. “Da la sensación de que nadie atiende las quejas del barrio”, lamenta.

“Las rejillas de la plaza Campo de Atotxa están permanentemente levantadas. Pasan unas furgonetas que descargan en el supermercado, a veces otras que van a la Escuela de Música, y provocan desperfectos que antes arreglaban. Ahora ya nadie arregla nada”, denuncian unas vecinas molestas “con la situación de este barrio, cada vez más abandonado”.

Las vallas colocadas para evitar accidentes en una plaza que está muy concurrida no han hecho más que caldear los ánimos del vecindario, que lleva tiempo protestando “por este asunto y por otros”.
Uno de ellos es el ruido. “Estos camiones que van al supermercado entran a horas intempestivas, entre las seis y media y las siete de la mañana, y otras veces a las once de la noche. El ruido que se organiza en la plaza es impresionante”.

El vecindario también se queja de la suciedad y la falta de mantenimiento. “En algunas calles la limpieza brilla por su ausencia. No pasa una máquina por ahí desde Pascua a Ramos”, lamentan, señalando como ejemplo la calle María Dolores Aguirre. “Este barrio, entre las obras y la suciedad que se acumula…”

Tampoco se ha resuelto la molestia que genera la luz de la nueva estación. “Es exagerada, horrorosa, muy molesta, y muchos vecinos también se han quejado. Pero da la sensación de que las quejas de este barrio no van a ningún sitio”.




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