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Veneciafrenia, el ‘terror’ del turismo

Álex de la Iglesia plantea en este filme, que abrió la 32º Semana de Cine Fantástico y de Terror, una original crítica social en torno al fenómeno del turismo masivo (e invasivo)

Una de las escenas de ‘Veneciafrenia’.

Hay pocos directores que puedan atraer a una sala de cine a espectadores tan heterogéneos y variopintos. Pocos capaces de suscitar tanta expectación ante un nuevo estreno y conservar el interés del público incluso si su última película ha estado al final muy por debajo de las expectativas iniciales. Álex de la Iglesia es uno de ellos y, hoy por hoy, uno de los escasos directores ‘estrella’ que, como Quentin Tarantino, o Alfred Hitchcock en su día, son un reclamo por sí mismos en taquilla. Con el autor de ‘Reservoir dogs’, ‘Malditos bastardos’ y ‘Érase una vez en Hollywood’, De la Iglesia tiene en común una particularísima fuerza visual que emana, en gran medida, de la cultura popular; con el ‘mago del suspense’ y autor de clásicos como ‘La ventana indiscreta’ o ‘Psicosis’, el noble (y complicado) arte de entretener. ‘Veneciafrenia’, (por el momento) la última película del autor de ‘El día de la bestia’ y ‘El bar’ a la espera del estreno de ‘El cuarto pasajero’, es en realidad el intento por conjugar ambas cualidades, aunque quizá no consiga insertarlas plena y armoniosamente a pesar de las buenas premisas con las que parte esta obra.

En primer lugar, la propia ciudad de Venecia que da título al filme, en realidad, la verdadera protagonista, y que aporta, más allá de la belleza de su arquitectura, canales y góndolas, todo el rico folclore de uno de los festejos más famosos y pintorescos del mundo: el Carnaval. De la Iglesia retrata esa Venecia oculta bajo el misterio de la máscara del doctor Peste y otros personajes de la Comedia dell’Arte, pero también esa otra Venecia que sufre una de las peores plagas de su historia: el turismo que está fagocitando sus raíces, la tranquilidad de sus vecinos y la propia sostenibilidad medioambiental de la ciudad.

veneciafrenia 6 - Veneciafrenia, el 'terror' del turismo

Sin duda, el punto de partida argumental es lo mejor de este filme que abrió la pasada 32º edición de la Semana de Cine Fantástico y de Terror: un grupo de amigos españoles recala vía crucero en Venecia para celebrar la despedida de soltera de Isa (Ingrid García Jonsson) en pleno Carnaval. Allí son recibidos por manifestantes anticruceros y, poco a poco, se irán dando cuenta de que, más allá de las protestas ciudadanas, hay un peligro real que los amenaza.

Si estimulante es el punto de partida, no lo es menos el que De la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría (binomio de guionistas inseparable) se decanten por la denuncia social a través del género de terror con un punto gore. Porque, además de un punto de vista original y diferente, frente a lo que podría aportar el género documental o el realismo social, la fuerza de denuncia resulta más potente a través del hecho de que un grupo de venecianos enfurecidos se organice para cargarse a cuantos más turistas mejor (especialmente si, como los españoles, son ruidosos y se comportan como una panda de niñatos).

Veneciafrenia 5 - Veneciafrenia, el 'terror' del turismo

Lástima que estos buenos puntos de partida no consigan cuajar en una película, primero, que dé miedo de verdad (el director desaprovecha toda esa perfecta ambientación de callejones oscuros, máscaras y humedad de los canales que le ofrece la propia ciudad), y, después, que consiga verdaderamente, como diría el propio Hitchcock, que el espectador se quede clavado en la butaca. Porque a pesar de que su mirada a esta localidad que el cine, desde ‘Locuras de verano’, a ‘Muerte en Venecia’ o ‘The italian job’, ha contribuido a configurar en el imaginario colectivo, está exenta del ‘síndrome del turista’ en busca de la estampa más ‘instagrameable’, De la Iglesia no logra construir la intensidad apropiada. Tampoco es que el desarrollo del argumento inicial que discurre entre algunos tópicos (el novio que se presenta de improviso, por ejemplo,) y la falta de credibilidad de algunos pasajes permita ir más allá.

Eso sí, Álex de la Iglesia regala su buen hacer en escenas como la del teatro. Sólo por ésta y unos magníficos títulos de crédito (De la Iglesia es de los pocos directores que siguen currándoselos), así como por una inspirada banda sonora de Roque Baños merece la pena verla. También por ese sutil retrato de las absurdas banalidades y estupideces de las que quizá no se es consciente en el día a día, pero que quedan al descubierto en cuanto se viaja. Nada como analizar a la sociedad española desplazando la mirada sobre cómo nos ven en otros países y, en este sentido, no tienen precio, ofreciendo un baño de realidad, las miradas y los silencios de la recepcionista del hotel en el que se alojan el grupo de amigos españoles.

Veneciafrenia - Veneciafrenia, el 'terror' del turismo

Pero lo mejor de ‘Veneciafrenia’ no es el filme en sí mismo, sino que el próximo filme de Álex de la Iglesia puede que sea la gran película que esperamos, ésa que, como ‘Acción mutante’, ‘La Comunidad’, ‘El día de la bestia’, ‘Las brujas de Zugarramurdi’ o ‘Balada triste de trompeta’, con la que, por cierto, se alzó con el León de Plata al Mejor Director y la Osella al Mejor Guión por ‘Balada triste de trompeta’ en la Mostra de Venecia en 2010, tan buenos momentos de cine ha dejado para el recuerdo.

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