El consejero de Vivienda del Gobierno Vasco, Denis Itxaso, y el alcalde de Donostia, Eneko Goia, han presentado este mediodía junto a las vías del tren, en pleno corazón de la ciudad, los cinco proyectos seleccionados en el concurso de ideas para transformar la denominada Playa de Vías, en Amara. Se trata de una operación urbanística sin precedentes, con el afán de que la gran mayoría de las más de 400 viviendas (si no todas) sean protegidas y con obras que empezarían en 2030.

El objetivo es que este suelo, unos 21.000 m² de titularidad pública que aflorarán tras el soterramiento del Topo, sea aprovechado para construir principalmente vivienda asequible junto con zonas verdes, equipamientos públicos y nuevas conexiones peatonales y ciclistas.
Itxaso y Goia han destacado, además del volumen residencial, el carácter vertebrador de la futura intervención: “Se trata de coser ciudad”, ha subrayado Goia, en alusión a esta “pieza clave” que conectará las zonas de Centro-Easo, Amara Zaharra y Amara Berri. En el mismo sentido, Itxaso ha insistido en que este ámbito representa “una gran oportunidad para resolver el problema de la vivienda, pero también desde un punto de vista urbano y simbólico”.
Tres proyectos pasan a la siguiente fase
El concurso público recibió siete propuestas de las cuales cinco han sido premiadas y tres pasarán a una segunda fase, que definirá la base del planeamiento de esta operación. Este proceso tendrá lugar dentro de la Bienal de Arquitectura Mugak, el próximo otoño, e incluirá participación ciudadana. Las tres propuestas seleccionadas partirán en igualdad de condiciones, independientemente de su orden en la clasificación inicial.

El primer premio, con 50.000 euros, ha sido para «Habitar el bosque urbano», de JPAM Estudio de Arquitectura (Barcelona). «Se trata de una propuesta contemporánea, respetuosa con la trama histórica del entorno, que plantea una gran variedad tipológica de viviendas y un parque consolidado, integrando usos mixtos».

El segundo premio (15.000 €), «Kalerik kale, plazarik plaza», de los arquitectos donostiarras Ander Gortazar e Ibai Usandizaga, «plantea soterrar el vial junto al río y crear una gran plaza conectada con el Parque Araba, además de una torre urbana que no ha pasado desapercibida por su altura, comparable a la del Buen Pastor».

El tercer premio (12.000 €), «Hari berdez hiria josi», del estudio Beldarrain, «apuesta por un edificio serpenteante con espacios centrales y equipamientos en el propio parque, lo que abre nuevas posibilidades para la vida urbana en el centro».
Otros dos proyectos han sido reconocidos, aunque no pasan a la siguiente fase: «Que los árboles nos dejen ver el bosque», de Cristina Acha, con una propuesta utópica basada en torres esbeltas, y «Lotsenari», de Krean Sociedad Cooperativa, más técnica y sobria.
La decisión final sobre qué proyecto se ejecutará se tomará tras un proceso de contraste con la ciudadanía. Para ello se organizará una exposición en el antiguo parque de bomberos de la calle Easo, donde se mostrarán las tres propuestas finalistas. También se habilitará una página web con toda la información, para garantizar la transparencia y fomentar la participación.
Modificación del PGOU
La modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) necesaria para llevar a cabo esta transformación deberá ser tramitada por el Ayuntamiento, a iniciativa del Gobierno Vasco, y podría llevar entre año y medio y dos años. El objetivo de ambas instituciones es que toda la operación sea viable económicamente, sin renunciar a la calidad urbanística y a la ambición social del proyecto.
“Queremos demostrar que es posible hacer ciudad con la vivienda protegida como motor principal”, ha afirmado Itxaso. El reto, ahora, pasa por concretar una propuesta definitiva que, más allá de levantar 400 viviendas, redefina un espacio clave en el imaginario urbano donostiarra.



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