El Ayuntamiento de San Sebastián ha celebrado este lunes por la tarde una recepción oficial en el Salón de Plenos para dar la bienvenida a los 24 menores saharauis y ucranianos que pasarán el verano en la ciudad gracias a distintos programas de acogida temporal familiar. Junto a ellos también han sido protagonistas las familias donostiarras que les han abierto sus hogares, muchas de ellas con años de implicación en estos programas solidarios.
Este verano son ocho las familias de acogida en Donostia: cuatro de ellas repiten experiencia y otras cuatro lo hacen por primera vez. Además uno de los menores será alojado en un albergue municipal.
Por un lado han llegado 11 menores saharauis de 10 y 11 años que viven como refugiados en los campamentos de Tindouf (Argelia), dentro del programa Oporrak Bakean / Vacaciones en Paz, en colaboración con el Frente Polisario y el Ayuntamiento.
Aunque su llegada estaba prevista para el 30 de junio, problemas con los pasaportes retrasaron su entrada hasta el pasado 17 de julio. Ya están con sus familias de acogida y esta misma semana iniciarán las revisiones médicas y un cursillo de natación. Permanecerán en Donostia hasta el 27 de agosto.
Por otro lado 13 niños y niñas procedentes de Ucrania, de entre 8 y 15 años, también disfrutan del verano en la ciudad. Se trata de menores que residen en zonas todavía afectadas por las consecuencias del accidente nuclear de Chernóbil. Diez de ellos participan en el Programa Extraordinario de Respiro, impulsado por las asociaciones Chernobil Elkartea y Chernobileko Lagunak, mientras que los otros tres lo hacen a través del programa de Chernobileko Umeak, centrado en el acompañamiento a familias en zonas contaminadas. Estos menores llegaron el 1 de julio y regresarán el 28 de agosto.
Bienvenida
El acto de recepción ha contado con la presencia del alcalde Eneko Goia, el concejal delegado de Diversidad, Inclusión y Medio Ambiente, Iñigo García Villanueva, y otros miembros de la corporación municipal, que han querido mostrar su reconocimiento a las familias de acogida.
Durante su intervención, García Villanueva ha subrayado la importancia de esta labor solidaria: «Gracias por abrir vuestras casas, pero sobre todo por abrir vuestros corazones. Acoger a un niño o una niña en verano no es solo un gesto solidario, es un compromiso transformador. Significa permitirles escapar, aunque sea durante unas semanas, de situaciones duras y complejas, y ofrecerles un entorno de seguridad, afecto y nuevas oportunidades».
El concejal ha cerrado su discurso con un mensaje de bienvenida y apoyo: «Esperamos que esta estancia en Donostia sea lo más enriquecedora posible. Desde el Ayuntamiento nos ponemos a vuestra disposición para acompañaros en este camino y hacer de vuestra experiencia un recuerdo inolvidable«.
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