La Universidad de Deusto, junto con todas las obras e instituciones de la Compañía de Jesús, se ha sumado a la celebración del Año Ignaciano que conmemora el quinto centenario de una experiencia que transformó a Ignacio de Loyola para siempre y dio lugar a una espiritualidad que ha facilidad el encuentro con Dios a multitud de personas. «Ignatius 500» se celebra en todo el mundo entre el 20 de mayo de 2021, aniversario de la herida sufrida por Íñigo de Loyola en Pamplona y que fue el detonante de su conversión, y el 31 de julio de 2022, festividad de San Ignacio.
El Año Ignaciano en la Universidad de Deusto arrancará el día 18 de mayo, en el campus de San Sebastián, y el día 19 de mayo, en el campus de Bilbao. Los actos se abrirán con el sonido de la alboka y la txalaparta para seguir con una breve inauguración a cargo del rector José María Guibert y la presentación de la exposición «Mirada que transforma un mundo en crisis». Esta muestra busca estimular la toma de conciencia sobre los problemas del mundo (las «globaldemias» medioambientales, sociales, económicas y culturales) y la lectura en clave ignaciana esos problemas.
Este evento constituye el primero de los hitos de un variado programa de actividades que, a lo largo de todo el periodo ignaciano, tendrá un desarrollo por etapas: perspectiva, fragmentación, nueva vinculación y por último, solidaridad. Con la exposición, abierta del 18 de mayo al 21 de septiembre, se cubrirán la primera etapa de ‘perspectiva’.
La etapa de ‘fragmentación’ se extenderá de septiembre a diciembre y consistirá en conferencias y encuentros para sensibilizar y acercarse a las fracturas del mundo. Más experiencias, esta vez con realidad virtual sobre ‘globalmedias’ que padece la humanidad, se vivirán en la etapa de ‘nueva vinculación’ que tendrán lugar hasta marzo del 2022. La última etapa del camino se celebrará con una gala que bajo el lema de «Solidaridad» será un encuentro para reflexionar sobre el camino andado por la comunidad universitaria.
Con el Año Ignaciano, la Compañía de Jesús, además de recordar un acontecimiento histórico, quiere impregnar todas sus obras e instituciones del espíritu de conversión que subyace en este aniversario. En este sentido, su lema «ver nuevas todas las cosas en Cristo» simboliza tres cosas: salir al camino, para ir descubriendo a Dios y contemplarlo en todo lo que nos acontece; asumir nuestras propias limitaciones, como hizo el propio Ignacio; y tener los sentidos abiertos para captar las necesidades de nuestro entorno, preguntándonos cómo podemos ayudar a transformar la realidad.
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