El colectivo ecologista Eguzki ha denunciado que la fachada acristalada del Cristóbal Balenciaga Museoa, en Getaria, se ha convertido en una “trampa mortal” para las aves. Según sus datos, en poco más de un año han hallado los cuerpos de 16 ejemplares muertos tras chocar contra el vidrio, entre ellos especies incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) y una, el torcecuello (Jynx torquilla), en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas.

Eguzki ha pedido a la dirección del museo y a los departamentos forales de Cultura y Equilibrio Territorial Verde que adopten medidas para mitigar el riesgo, como sistemas disuasorios o modificaciones en la superficie de cristal.
El colectivo subraya que este caso no es aislado y cita como ejemplo similar el del GOe de Donostia, donde ya se registraron muertes de aves por colisión. “Se trata de edificios financiados con fondos públicos, algunos de ellos nuevos y que presumen de sostenibilidad, pero que ignoran un problema ambiental perfectamente identificado”, señalan.
Eguzki insiste en que los cristales transparentes o reflectantes suponen un grave riesgo para la biodiversidad y reclama una regulación municipal o foral que obligue a incorporar medidas preventivas en edificios públicos y privados y en barreras acústicas o pantallas de nueva construcción.



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