San Sebastián, 11 nov (EFE).- El hombre acusado de violar a una mujer en un aparcamiento del barrio donostiarra de Gros en septiembre de 2024, a la que presuntamente robó tras la agresión sexual, se enfrenta a una petición de penas que suman ocho años y diez meses de cárcel por parte de la Fiscalía.
Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, los hechos que serán juzgados próximamente en la Audiencia de Gipuzkoa, sucedieron sobre las 23.15 horas del 13 de septiembre del año pasado, cuando la víctima conoció al acusado en un bar de la capital guipuzcoana en el que ella estaba junto a dos amigas.
El texto de la Fiscalía, concreta que sobre las 1.30 horas la chica, «visiblemente afectada por el consumo de alcohol», se despidió de sus amigas y se marchó del local con la idea de tomar un taxi y marcharse a casa.
No obstante, en ese momento el inculpado también salió del bar y presuntamente se aprovechó de que la víctima había perdido «la capacidad de control» y de «actuar conforme a su voluntad» debido la «ingesta aguda de alcohol» para conducirla hasta el citado aparcamiento, donde la guió hasta el servicio de mujeres de la planta menos uno.
Una vez en este lugar, el varón presuntamente la violó y seguidamente se apropió de varias prendas y del bolso de la mujer, que contenía su teléfono móvil, dinero y las llaves de su casa, entre otros enseres, dejando en el lugar a la perjudicada sola y semidesnuda hasta que recobró «su capacidad de control».
El texto de la Fiscalía aclara que en ese momento la mujer subió las escaleras «desorientada» en busca de alguien que pudiera ayudarle.
Días después, agentes de la Policía localizaron en diferentes lugares del barrio de Gros el teléfono móvil y el bolso de la chica con todos los efectos en su interior, salvo el dinero y las llaves de su casa.
El Ministerio Público considera que estos hechos son constitutivos de un delito de violación y de un delito de hurto por los que, además de las citadas penas de prisión, solicita que una vez excarcelado permanezca ocho años en situación de libertad vigilada y que no pueda aproximarse ni comunicarse con la afectada durante doce años.
Asimismo, reclama que compense a la víctima con 10.000 euros por los daños morales causados, y con la cantidad que se acredite por los efectos y el dinero que no pudo recuperar.
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