Investigadoras del centro donostiarra CIC biomaGUNE (en el Parque Tecnológico de Miramón) han conseguido un avance importante en el campo de la bioimpresión 3D al desarrollar nuevas combinaciones de biomateriales, nanopartículas y técnicas de impresión que permiten fabricar vasos sanguíneos artificiales cada vez más similares a los reales.
El grupo de Materiales Híbridos Biofuncionales, liderado por la investigadora Ikerbasque Dorleta Jimenez de Aberasturi, trabaja en crear modelos de tejidos complejos que puedan responder a estímulos externos. “Cuanto más realistas sean los modelos de órganos y tejidos, mejor podremos estudiar enfermedades y posibles tratamientos, o incluso pensar en injertos en el futuro”, explica Jimenez de Aberasturi.
En colaboración con universidades de Maastricht y Utrecht (Países Bajos), el equipo ha conseguido imprimir arterias con varias capas concéntricas e incluso diseñar válvulas similares a las cardíacas, capaces de abrirse y cerrarse mediante estímulos externos. La base de estos avances está en el uso de gelatina metacrilada, reforzada con matriz extracelular y nanopartículas de oro, que aportan estabilidad y permiten recrear el pulso arterial al interactuar con la luz.
“Estamos muy cerca de que estas arterias sean muy reales, pero aún faltan pasos por dar. Y cada paso es un mundo”, reconocen las investigadoras, que subrayan la complejidad del proceso.



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