Seis modelos, dos maquilladoras, un informático y la ex mujer de Kote Cabezudo han declarado como testigos hoy en la undécima sesión del juicio contra el fotógrafo que se sigue en la Audiencia Provincial. Todas las mujeres que han testificado consideran que la actitud de Cabezudo con ellas fue profesional y ninguna ha manifestado que observara conductas inapropiadas por su parte, ni con ellas ni con otras modelos. Una ha declarado también que recibió la visita de dos personas en su lugar de trabajo, ante su jefe, incitándola a testificar contra el fotógrafo. Y durante la vista se ha identificado a una persona que presuntamente estaría tomando imágenes del juicio pese a haberse advertido de que hoy no estaba permitido.
Los testigos que han declarado hoy lo han hecho llamados por ambas partes, la acusación y la defensa del fotógrafo.
Cabe recordar que la Fiscalía pide 121 años de cárcel para Cabezudo y la acusación particular más de 2.000 por presuntos delitos de abusos, violación, pornografía infantil, chantaje… delitos que habrían sido ejercidos contra 17 mujeres que trabajaron para él como modelos en sesiones fotográficas.
Tras las declaraciones días atrás de varias víctimas a puerta cerrada han comenzado a circular los testigos y después del turno, ayer, de dos ertzainas que participaron en el registro del domicilio del fotógrafo en la calle Urbieta, hoy ha seguido el juicio con la declaración de diez testigos: seis modelos (una de las cuales no trabajó para él), un informático, dos maquilladoras y la ex mujer de Cabezudo.
Los contratos
«Con 19 años no lees la letra pequeña de los contratos pero todo estaba ahí», ha dicho una de las modelos en el inicio de la sesión. También ha dejado claro que en su momento el fotógrafo le ofreció llevar a una amiga y no lo hizo porque tenía «libertad».
La primera de las maquilladoras, que trabajó con Cabezudo hasta los años 98 o 99, ha manifestado que, si en las sesiones había menores, estaban con sus madres o tenían consentimientos firmados. Y ha asegurado que no nunca observó contrariedad en ninguna de las chicas.
La segunda trabajó con él hasta 2010 y se ha expresado de manera similar. «Las modelos podían estar conmigo una hora mientras las maquillaba y no vi ni nervios ni malestar. Llevo muchos años maquillando a gente y eso se nota. Y soy mujer». También ha recalcado que muchas de las chicas iban con sus madres.
De «fotos maravillosas» ha calificado una modelo las imágenes que le tomó Cabezudo de unos desnudos integrales durante una sesión a la que ella acudió con su marido. Y al igual que otras testigos se ha referido a Cabezudo como «alguien profesional» que nunca le hizo fotos que no estuvieran previstas.
Esta misma testigo es quien ha afirmado que en su lugar de trabajo se presentaron dos personas con intención de que testificara en contra del fotógrafo que está siendo juzgado.
Webs ‘hackeadas’
Otras dos modelos han declarado por vídeo conferencia. Una de ellas ha dicho que fue consciente de que «habían hackeado» las webs de Cabezudo y de que sus imágenes podían verse en páginas de Rusia y China, difíciles de rastrear, que en su opinión no suponían ningún beneficio para el fotógrafo.
«Nunca me tocó ni un pelo», ha dicho otra mujer que ha añadido que llevaba las imágenes realizadas por Cabezudo a su casa para que sus padres las vieran «porque entienden ese arte». Era menor de edad cuando se hizo las fotos y contaba con el consentimiento de su familia, que consideraba a Cabezudo «un artista de la fotografía».
La ex mujer de Cabezudo ha recordado cómo la página web que, posteriormente, gestionó él en solitario, fue una iniciativa de ambos. Y que hasta 2005, año en que se separaron, fue conocedora de la actividad de su entonces marido. «Nunca vi fotografías que no fueran artísticas», ha añadido, recordando que conocía a varias de las mujeres que trabajaron con Cabezudo y nunca le denunciaron conductas inapropiadas.
«Con ligereza»
Más accidentada ha sido la última declaración de la sesión: la de una testigo que no llegó a trabajar con Cabezudo pero tenía la referencia de otra mujer que sí lo habría hecho siendo menor de edad.
Durante esta declaración, además, el juez le ha pedido a una persona que estaba presente en la sala que presentara su DNI porque «por segunda vez» parecía que podía estar tomando imágenes. Posibilidad que habían advertido en varias ocasiones que estaba prohibida durante esta jornada.
Volviendo a la declaración, esta última testigo se ha enzarzado con el abogado de la acusación y ha reconocido que probablemente habló «con ligereza» en ocasiones anteriores sobre el caso.
Según ha narrado su única conexión con Cabezudo es que una compañera de la agencia de modelos le contó, siendo aún menor de edad, que había tenido una sesión de fotos que habría incluido desnudos. «Pero la chica estaba alegre», ha puntualizado.
«El letrado de la acusación insiste en que fue pornográfico», ha añadido la propia testigo, que sin embargo ha considerado que probablemente no fuera así y que de hecho nunca supo en qué consistió la sesión ni llegó a ver ningún resultado. «Hablé con ligereza», ha añadido.
El juicio se reanudará el próximo lunes a las 9 horas con otra testigo que vive fuera de San Sebastián.
