(EFE). Los franciscanos llevan más de 500 años en Arantzazu, una huella que ha traspasado los muros del santuario y que se plasma ahora en un documental de setenta minutos que recoge los testimonios de varios franciscanos y de otras personas que repasan el vínculo y el legado de este monasterio guipuzcoano.
La obra «Arantzazu. 36 zm, 5 mende, herri bat» se presentó oficialmente este martes en un acto institucional que tuvo lugar en este enclave, perteneciente a Oñati, en el que, según narran los escritos, un pastor aseguró haber encontrado la imagen de la virgen.
El audiovisual, dirigido por Pello Sarasua, ofrece una lectura íntima sobre las aportaciones sociales, culturales y espirituales de Arantzazu.
En total fueron más de 25 horas de testimonios grabados para poder ofrecer al espectador dos miradas: una hacia al interior del convento y otra hacia al exterior para conocer también el «vínculo» de la comunidad religiosa con la sociedad y su legado en ámbitos como el euskera, el arte y la espiritualidad.
Además de los testimonios de siete franciscanos, la pieza incluye conversaciones con personas que de una manera u otra tienen una relación significativa con el santuario de Arantzazu, un edificio emblemático en cuya fachada cuelga el friso con los apóstoles de Jorge Oteiza.
La Fundación Arantzazu Gaur, impulsora del audiovisual, ha asegurado en un comunicado que el conjunto de testimonios ofrece una «especie de repositorio, visual y sonoro» a través de cinco siglos de patrimonio material pero también de legado inmaterial.
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