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La Real Sociedad busca un «trío de Copas» este sábado

En el choque ante el Barcelona en 1928 el portero Franz Platko sufrió una lesión que inspiró a Rafael Alberti su poema "Oda a Platko", que fue contestada por Gabriel Celaya con su "Contraoda de poeta de la Real Sociedad"

(EFE). La Real Sociedad quiere conseguir un «trío de Copas» ante el Athletic en la séptima final de este torneo que ha alcanzado en sus casi 112 años de historia con un balance de cuatro derrotas, todas ante el Barcelona, y dos victorias.

La primera de ellas, disputada el 8 de abril de 1909, no pudo ser más gloriosa ya que se convirtió en el primer título de los donostiarras, conseguido además en el año de la fundación del club, gracias a un triunfo sobre el Español de Madrid por tres goles a uno, dos anotados por McGuinnes y el tercero por Simmons.

La anécdota de este primer título, logrado en la séptima edición de lo que por aquel entonces era conocido como Campeonato de España, radica en que el conjunto vasco tuvo que competir con el nombre de Club Ciclista de San Sebastián al no estar inscrita la denominación «Sociedad» en el Registro Civil.

Tan sólo tuvieron que pasar cuatro años para que, el 16 de marzo de 1913, los blanquiazules repitieran final copera, esta vez ante el F.C. Barcelona, después de haber eliminado en la fase previa al Sporting de Irun.

El choque, disputado en Barcelona, terminó con empate a dos y (no existían las tandas de penaltis) fue preciso jugar un nuevo partido al día siguiente, aunque ambos equipos volvieron a firmar tablas, esta vez sin goles.

De esta manera, el 23 de marzo hubo un tercer y definitivo encuentro en el que el conjunto catalán venció 2-1, a pesar de que los blanquiazules habían logrado adelantarse con un tanto de penalti, anotado por Alfonso Sena.

Disputa poética
Hasta 1928 la Real Sociedad no volvió a otra final de la Copa del Rey, nuevamente ante el Barcelona y también repartida en tres partidos, que podría considerarse la más épica de las disputadas hasta ahora por los guipuzcoanos ya que incluyó el aplazamiento de uno de los encuentros por la celebración de los Juegos Olímpicos y tuvo una sonada disputa poética de por medio.

El primero de estos enfrentamientos, que concluyó con empate a un gol, tuvo lugar el 20 de mayo en el campo de El Sardinero, donde el portero húngaro del Barcelona, Franz Platko, sufrió una lesión que inspiró a Rafael Alberti, presente en el choque, su poema «Oda a Platko», contestada luego por Gabriel Celaya con su «Contraoda de poeta de la Real Sociedad», en la que el guipuzcoano lamenta los «diez penaltis claros» no pitados aquel día en favor de su equipo.

El segundo partido, disputado dos días después, finalizó con idéntico resultado, por lo que hubo que jugar un tercero que, sin embargo, fue preciso aplazar hasta el 28 de junio porque ocho realistas participaban en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam, problema que no afectó al Barcelona ya que sus jugadores eran profesionales.

Finalmente, los realistas acusaron el cansancio de las Olimpiadas y los barcelonistas se llevaron la Copa, al imponerse por tres a uno.

El Barcelona, convertido ya en la «bestia negra» copera de la Real, volvió a cruzarse con los txuriurdin en la final de 1951, jugada el 27 de mayo en Chamartín, que esta vez los azulgranas se llevaron por un claro tres a cero, con un equipo integrado por futbolistas como el mítico Kubala, Ramallets y César.

La segunda Copa
Tuvieron que pasar 36 años y dos Ligas ganadas (1980/81 y 1981/82) para que la Real Sociedad volviera a alzar otra Copa del Rey, cuando, en la temporada 1986/87, dirigida por John Benjamin Toshack, logró derrotar en Zaragoza al Atlético de Madrid en una épica tanda de penaltis.

Tras empatar a dos en el tiempo reglamentario y en la prórroga, Arconada, el eterno capitán donostiarra, paró al colchonero Quique el último lanzamiento desde los once metros para desbordar la alegría en todos los pueblos de Gipuzkoa.

Un año después, los realistas volvieron a repetir final copera, nuevamente contra el Barcelona, aunque en esta ocasión regresaron de vacío a San Sebastián tras caer en el estadio Santiago Bernabéu por un gol a cero.

Un partido al que la Real Sociedad acudió con un once en el que figuraban López Rekarte, Bakero y Begiristain, quienes abandonaron la disciplina donostiarra al final de aquella misma temporada para fichar precisamente por sus rivales azulgranas.

El Barcelona, por su parte, formó con nombres como Zubizarreta, Migueli, Julio Alberto, Lineker, Schuster y Alexanco, autor a la postre del único gol del partido al cazar en el área un despeje de Arconada a tiro de Gary Lineker.

La Real Sociedad jugará el sábado su séptima final de la Copa del Rey, que contará también con todos los ingredientes para pasar a la historia txuriurdin, ya que será un derbi de rivalidad vasca ante el Athletic que, debido a la covid-19, se jugará sin público y un año después de la fecha inicialmente prevista, tras haberlo acordado así ambos clubes en un intento de contar con sus aficionados en las gradas que, finalmente, no podrá ser.


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