(EFE). El único testigo presencial de la agresión mortal en la que un hombre recibió más de 40 puñaladas el 14 de marzo de 2020 en el barrio donostiarra de Gros ha explicado este lunes que la víctima pidió «perdón» y «auxilio» a gritos mientras recibía lo que a él, en un principió, le parecieron puñetazos.
El hombre ha declarado este lunes en la sexta jornada del juicio con jurado que se celebra desde la semana pasada en la Audiencia de Gipuzkoa por este crimen, que sienta en el banquillo de los acusados a un ciudadano de origen cubano como presunto autor de los hechos y a su novia, como supuesta encubridora.
Este testigo, calificado como el mejor que puede tener una investigación policial por los ertzainas que se ocuparon del crimen, ha recordado cómo sobre las 5.30 horas de aquel día bajó a pasear a su perro y que, aunque aún estaba «oscuro» al llegar a la citada plaza sobre las 5.50 horas vio a lo que pensó que eran dos borrachos «forcejeando».
«Uno cayó al suelo y el otro quedó encima de él», ha descrito el testigo, quien entonces escuchó a la víctima gritar: «Vale, perdona, perdona» en un tono con el que parecía pedir «auxilio», mientras el otro seguía golpeándole durante poco menos de un minuto.
Sin perderlos de vista, fue bordeando la plaza y pudo apreciar cómo el agresor se levantaba, se colocaba la capucha con pelo en sus bordes y se marchaba «tranquilamente», caminando «normal» hacia la Gran Vía, para desaparecer de una manera sorpresiva en menos de dos segundos, por lo que pensó que se había ocultado en un cajero automático cercano.
Mientras tanto, él, que no vio ningún cuchillo en ningún momento, alertó a la Policía Municipal y preguntó al agredido si necesitaba ayuda pero, como no le respondió, se acercó a él y lo descubrió tendido con el cuerpo boca abajo, ensangrentado y «con espasmos». «Intentaba moverse y no podía», ha recordado.
Tras este testigo, ha declarado un amigo íntimo del fallecido, al que ha descrito como «una persona maravillosa», «muy tranquila, confiada, honrada y trabajadora», a la que «nunca» ha visto «meterse en ninguna movida».
El juicio continuará a lo largo de esta mañana con otros testimonios, entre ellos los de una mujer con la que el inculpado mantuvo una relación sentimental tiempo atrás.
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