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La nueva movilidad

La Zona de Bajas Emisiones englobará desde el Boulevard hasta el parque de Araba con el Centro y San Roque

La ZBE se aplicará por fases en un horizonte de seis años hasta su plena entrada en vigor en 2030

La Zona de Bajas Emisiones de Donostia englobará desde el Boulevard hasta el parque Araba incluyendo el Centro y San Roque.

La Zona de Bajas Emisiones de Donostia se implementará por fases y la propuesta inicial incluye desde el Boulevard hasta el parque de Araba, englobando la zona Centro y sumando a San Roque. Así lo han presentado esta mañana el alcalde Eneko Goia, la concejala de Ecología Marisol Garmendia y la de Movilidad Olatz Yarza. 

Marisol Garmendia ha destacado que con esta medida se logrará reducir las emisiones que provoca la movilidad por debajo de las últimas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ha recordado que los vehículos sin etiqueta son el 26% en la ciudad, si bien solo el 10% de estos accede de forma habitual al Centro. Y espera que en un «periodo corto» las citadas emisiones provocadas por la movilidad se reduzcan en San Sebastián entre un 30%y un 40%. 

Los plazos previstos para hacer realidad esta normativa son los siguientes: la semana que viene se aprobará inicialmente el plan en la junta de gobierno local; entre enero y febrero de 2024 tendrá lugar el proceso de participación; a finales de marzo será la aprobación definitiva por parte de la junta de gobierno local y entre marzo y octubre se redactará la ordenanza correspondiente. A finales de 2024 debería haberse implementado en parte importante la nueva movilidad, si bien tardará varios años en desarrollarse al 100%.

El alcalde Eneko Goia ha destacado que «es una oportunidad para lograr una mayor calidad de vida de los ciudadanos», más allá de la obligatoriedad de la norma para las ciudades con más de 50.000 habitantes. También ha destacado que la Zona de Bajas Emisiones se terminará de definir en un amplio proceso participativo, y que será «un proceso gradual» que culminará en 2030.

El área 

Esta ZBE incluye la zona con mayor densidad de desplazamientos de la ciudad, la que registra la mayor concentración de contaminantes atmosféricos. Abarca toda la Parte Vieja, Área Romántica de San Sebastián, Amara Viejo y San Roque hasta terminar en la Plaza del Centenario.

El Ayuntamiento pondrá en funcionamiento cámaras de control de matrículas distribuidas en la principales calles de acceso a la zona, que leerán de forma automática las placas de los vehículos y las comprobará en tiempo real en la base de datos de la Dirección General de Tráfico, que ofrecerá el resultado de la antigüedad del vehículo y por tanto, si puede acceder o no a la ZBE.

Además de la base de la DGT, el Ayuntamiento dispondrá de una lista de vehículos autorizados (residentes, profesionales, personas con discapacidad, trabajadores, etc.) que podrán acceder a la zona incluso si su vehículo no cumple los requisitos de emisiones establecidos por la ley.

Por último se dará la opción de dar de alta al vehículo en dicha lista de autorizados a través de una declaración responsable, siempre y cuando exista una causa justificada para acceder a la ZBE sin cumplir los criterios de acceso. El alta en dicha lista se realizará a través de la web del Ayuntamiento, y evitará que el sistema identifique al coche o moto como un posible infractor.

Las fases

En una primera fase, hasta 2027, no podrán acceder a la ZBE aquellos vehículos que carezcan de etiqueta ambiental, aunque se autorizará el acceso a residentes, personas con movilidad reducida, etc. A partir de 2028 se pondrá en marcha una segunda fase, en la que aquellos vehículos con etiqueta ambiental “B” tampoco podrán acceder a la ZBE, salvo los autorizados.

La concejala de Ecología Marisol Garmendia ha declarado que “no es un capricho ni una improvisación, es más bien una necesidad y una apuesta de ciudad». Y ha añadido: «La inmensa mayoría de los vehículos, el 26%, dispone ya de etiqueta ambiental y no verá alterada su circulación habitual por el centro de la ciudad”.

El ‘acompañamiento’

Yarza ha explicado que para priorizar los recorridos a pie o bicicleta, el área de Movilidad ha establecido una serie de peatonalizaciones en calles como Ramón y Cajal o el eje Legazpi-Plaza Gipuzkoa, prevé avanzar en la construcción de ascensores, ligados también a las nuevas promociones urbanísticas y ampliar y mejorar la red ciclista de la ciudad.

La entrada en funcionamiento del Topo, con sus nuevos trazados de conexión, «permitirá replantear el sistema de transporte público en la ciudad, además de incentivarlo gracias a otras acciones como la puesta en marcha del BEI, la ampliación de carriles bus y priorización semafórica o la construcción del intercambiador de Riberas de Loiola, fomentando así la intermodalidad y aumentando las opciones de movilidad sostenible».

La creación y recuperación de nuevos entornos urbanos para el disfrute de la ciudadanía es otra de las prioridades del Plan de Movilidad, que proyecta actuaciones como la reordenación de la plaza Aita Donostia, la avenida Satrustegi, Reina Regente o Ategorrieta, además de plantear la definición del entorno de la playa de vías de Easo.

La última linea estratégica busca la optimización del espacio dedicado al aparcamiento, para lo cual se prevé un estudio en profundidad del aparcamiento en superficie de toda la ciudad, con especial atención al sistema OTA, además de valorar medidas para la transformación de plazas de estacionamiento subterráneo, su electrificación, así como el fomento de los parkings disuasorios

Diagnóstico de la ciudad

En Donostia los motivos principales de desplazamiento están relacionados, bien con el trabajo asalariado (30.6%), bien con el ocio en general (30.1%), seguido de los cuidados (20.7%). Además los trayectos interurbanos representan casi un tercio de los desplazamientos en la ciudad, de los cuales casi un 75% se realiza en modos motorizados individuales.

En cuanto al reparto modal de la totalidad de los viajes con origen o destino Donostia (internos + externos), los datos reflejan que el 39,6% de los viajes se hace en vehículo privado motorizado (el 36,6% en coche y el 3,0% en moto), el 37,3% en modos activos (el 34,3% andando y el 3,0% en bicicleta), el 22,6% en transporte público (el 16,0% en autobús, el 5,0% en tren y el 1,6% en desplazamientos multimodales) y el 0,5% restante en otros medios de transporte.


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