Son muchas las aplicaciones que tiene en nuestros días la pintura epoxi, que siempre se ha utilizado en algunos sectores pero empieza a extenderse a nuevos usos por su durabilidad y alta protección entre otras ventajas. Y es que la pintura epoxi sirve para pintar distintos tipos de superficies al mismo tiempo que se les proporciona una protección importante. Está compuesta de resina epoxi o poliepóxido.
Por sus propiedades cada vez es más frecuente en revestimientos, terrazas, balcones, patios… se aplica con rodillo y se seca rápido, lo cual facilita mucho las cosas, ya sea un profesional quien vaya a aplicar la pintura como un usuario ‘manitas’. Entre los ámbitos donde se usa con frecuencia destacan los suelos industriales como puede verse en la web de reveton pinturas donde dan clave sobre el uso de esta pintura y otros productos.
Además de su alta resistencia la pintura epoxi tiene más ventajas: es lavable y tiene una larga vida (se mantiene años sin perder imagen). Y es antideslizante, lo cual puede ser esencial para algunas superficies.
Por otro lado la mayoría de los colores presentes en las cartas de color de las pinturas convencionales se pueden reproducir sin problema en la pintura epoxi.
Cómo usar la pintura epoxi
El espacio donde se va a aplicar el epoxi debe estar limpio y completamente seco. Si se va a pintar una pared, por ejemplo, primer conviene mezclar el contenido de la lata. Después, evitando las burbujas, hay que extender la pintura y de vez en cuando remover la que está en la lata.
Después de dejar pasar varias horas y que la pintura esté bien seca, se puede optar por una segunda capa. Pero nunca antes de las 24 horas desde la primera. Y después conviene acabar la operación con una capa de barniz que termina de sacar a la luz las cualidades de la pintura.
Cabe recordar que el espesor de la pintura epoxi puede ser mayor que el de otros barnices, y, por tanto, también ofrece más resistencia a agresiones como el paso del tiempo o el contacto.
