(EFE). Una caravana formada por unas 150 personas pertenecientes a organizaciones solidarias con los migrantes de distintas comunidades autónomas ha partido este sábado desde la frontera de Irun, al pie de los Pirineos, hacia los Alpes, con el fin de reivindicar la apertura de las fronteras interiores europeas.
Se trata de la séptima edición de la Caravana Abriendo Fronteras, en la que participan 150 personas del País Vasco, Cataluña, Valencia, Madrid, Castilla-León, Andalucía, Extremadura, Aragón, Cantabria e Italia.
Los participantes se concentraron ayer en Irun y hoy, tras presentar su iniciativa, han partido en autobuses a través de la frontera del puente de Santiago, en la que la policía francesa ha establecido controles para evitar el paso de migrantes subsaharianos.
Portavoces de la Caravana han recordado que en el último año cinco personas han muerto ahogadas en el río Bidasoa al intentar cruzar la frontera hacia Francia, ya que «se toparon con una mortal frontera pese a los acuerdos del espacio Shengen, que permiten la circulación de personas».
En la primera etapa, la cavarana se desplazará a la localidad vascofrancesa de Baiona, donde se celebrará un encuentro de organizaciones de ayuda a los migrantes de ambos lados de la frontera.
En su periplo, que finalizará el día 24 en Barcelona, tras haber pasado por los Alpes, la caravana visitará lugares emblemáticos relacionados con los derechos humanos, como el campo de concentración de Gurs, junto a Oloron (Francia), Biescas, donde llevarán a cabo un homenaje al exilio republicano y visitarán el Museo de la Bolsa, y los memoriales de los campos de concentración de Argelès y de Revesaltes, en el sureste del país galo.
Al llegar a la frontera franco-italiana en los Alpes, la caravana se detendrá en el refugio de Massi y Claviere, que marca una «ruta migratoria especialmente peligrosa», donde murió en 2018 una migrante nigeriana de 20 años, ahogada en el río Durance.
Durante los nueve días del recorrido, los activistas llevarán a cabo acciones de denuncia como una manifestación en Turín (Italia) frente a un centro de detención de migrantes y mantendrán encuentros con colectivos locales, como el movimiento No Tav en el Valle de Susa.
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