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Patrimonio

Restauración de las fachadas del Teatro Victoria Eugenia y de San Telmo

La duración de los trabajos se extenderá de mayo a septiembre pero estos no afectarán a la programación de ambos espacios

Teatro Victoria Eugenia. Foto: Santiago Farizano

Esta próxima semana comenzarán las obras de consolidación estructural y restauración de las fachadas de dos de los edificios más relevantes de la ciudad: el Teatro Victoria Eugenia y el Museo San Telmo. La duración de los trabajos se extenderá de mayo a septiembre. Y pese a que implicará la presencia de andamios temporales en las zonas del edificio intervenidas en cada momento, dichas obras no alterarán los usos y servicios de sus interiores, ni la programación de ninguno de los dos espacios.

 

Los tratamientos necesarios para frenar los daños y las causas de deterioro que afectan a sus fachadas serán realizados por la empresa especializada en restauración y conservación Petra S.Coop, cuyo objetivo final, además de recuperar su unidad potencial y calidad estética, será favorecer un adecuado plan de mantenimiento y conservación preventiva para el futuro.

En una nota Donostia Kultura informa de que el arquitecto Joaquín Zubiria se encargará de la dirección de la obra. Zubiria ya firmó la reforma del teatro finalizada en 2007. Trabajarán con él el arquitecto técnico Aitor Alzelay y el especialista en conservación y restauración José Luis Larrañaga, que, además, es docente e investigador de la Universidad del País Vasco.

El Teatro Victoria Eugenia fue inaugurado en 1912, hace ahora 110 años. Obra del arquitecto Francisco Urcola, reunió el estilo neoplateresco entonces de moda con influencias francesas como la del Palacio de la Ópera de París.

En cuanto al Museo San Telmo, consta de dos interesantes fachadas: la renacentista del siglo XVI (conocida como la Fachada de Santa Korda) y la fachada principal, neorenacentista y realizada también a principios del siglo XX por el arquitecto Urcola.

Ambos son edificios protegidos. Eso significa que todas las intervenciones que sufren son objeto de protección especial y deben ajustarse a la legislación patrimonial.


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