San Sebastián, 28 oct (EFE).- San Sebastián será el punto de partida de las iniciativas organizadas por diversas asociaciones para recordar a Mikel Zabalza, conductor de la compañía municipal de autobuses de esta ciudad, y para reclamar un relato de lo que le ocurrió «exactamente» a este joven navarro entre su detención por la Guardia Civil en noviembre de 1985 y la aparición de su cadáver días después en el río Bidasoa.
Con motivo del 40 aniversario de estos hechos, un autobús realizará un recorrido por localidades de Euskadi y Navarra para homenajear a Zabalza, que desde hace un año cuenta con una placa en su memoria como víctima de la violencia policial, colocada por el Ayuntamiento donostiarra ante el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo.
Los actos de homenaje, que llevarán por lema ‘Mikel Zabalza 40 urte gogoan’ y que están organizados por las iniciativas populares de Altza, Aezkoa y Bortziriak, la plantilla de DBus, la Red de Personas Torturadas y la fundación Egiari Zor, comenzarán el 26 de noviembre, día de la detención de Zabalza hace 40 años, con un acto en el barrio de Intxaurrondo.
A partir de ahí y hasta el 14 de diciembre, un autobús, en cuyo interior se instalará una exposición sobre su figura, saldrá a la carretera para detenerse en poblaciones vascas y navarras, con paradas incluidas en Pamplona y en Orbaizeta, localidad natal de Mikel Zabalza, donde el 30 de noviembre se celebrará el acto anual en su memoria.
El 14 de diciembre, los trabajadores de DBus conducirán el vehículo, que permanecerá en las cocheras de Dbus para poder visitar la exposición los días 12 y 13, de vuelta al Boulevard donostiarra con una pancarta que dirá ‘Aquí no hay conductor, ¿dónde está?’, en una réplica de la protesta que hace cuatro décadas llevaron a cabo compañeros de Zabalza, que tenía entonces 32 años.
Los organizadores de la iniciativa han hecho una llamada este martes en rueda de prensa para que «la sociedad de Euskal Herria se acerque al acto del 14 de diciembre y realice un recibimiento masivo al autobús».
Además de recordar y homenajear a Zabalza, el segundo propósito del proyecto es reivindicar «la necesidad de sacar a la luz toda la verdad del caso y exigir la asunción pública de responsabilidades», ya que la versión oficial que se ha mantenido es que el joven murió ahogado en el río al huir esposado de la Guardia Civil, en contra de quienes sostiene que fue víctima de torturas en el cuartel de Intxaurrondo.
«Mikel Zabalza ha sido reconocido como víctima de la violencia de Estado en las principales instituciones de Hego Euskal Herria. Este es un paso importante y necesario, pero aún quedan muchas preguntas por responder para que después de 40 años todo el relato salga a relucir: qué pasó exactamente, dónde, quién, cómo…», han señalado los impulsores del homenaje en un comunicado.
Creen que «es necesario asumir compromisos para responder a todas esas preguntas y poder transitar sin obstáculos el camino hacia la verdad, la justicia y la reparación, tanto en el caso de Zabalza, como en el de miles de personas que han sufrido la aplicación de la tortura en Euskal Herria».
El libro ‘Relatos de Plomo’, editado por el Gobierno de Navarra en 2013, señala que «con el tiempo se sabrá que murió ahogado en el cuartel de Intxaurrondo mientras era torturado en una bañera», según recoge el informe del Gobierno Vasco ‘Retratos municipales de las vulneraciones del derecho a la vida en el caso vasco’, que incluye a Zabalza en el apartado ‘Vulneraciones del derecho a la vida causadas por Fuerzas de Seguridad’.



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