Los accidentes de tráfico aumentan más de un 7% en los días de lluvia según estadísticas de la Dirección General de Tráfico. En España la lluvia es un factor determinante para aumentar el riesgo en carretera.
Para evitar que los accidentes se multipliquen en épocas de lluvia es necesario tomar una serie de medidas de precaución. Los expertos de la web https://www.oponeo.es/neumaticos/205-55-r16 proporcionan consejos de seguridad muy útiles para prevenir y evitar dichos accidentes.
En primer lugar hay que prestar mucha atención a los neumáticos, pues estos deben ser los más apropiados para cada condición climatológica. Revisar y cambiar los neumáticos suele ser una medida necesaria. Hay algunos, como los neumáticos 205 55 R16, que son ideales para conducir en cualquier tipo de clima y están especialmente recomendados para usar en tiempo de lluvia.
El neumático es el elemento que sujeta al vehículo a la carretera, por lo que el agarre y evitar el aquaplaning resulta fundamental. Es clave revisar su estado, antigüedad y presión antes de empezar el viaje en condiciones climatológicas desfavorables.
Si se decide adquirir unos neumáticos para verano e invierno como los neumáticos 205 55 R16 hay que tener en cuenta que, para una conducción segura, se necesitan neumáticos iguales en modelo y desgaste en cada eje.
Al elegir los mejores neumáticos para la lluvia y para un automóvil en particular los expertos siempre recomiendan fijarse en la descripción de sus características, que aparece en la pared lateral de los mismos. La información útil que aparece está referida a sus dimensiones, fundamentales para saber su capacidad de carga y durabilidad. Los neumáticos 205 55 R16 tienen una anchura de 205 milímetros.
Otros valores que hay que tener en cuenta son la anchura, la construcción radial de la rueda y la longitud del diámetro de la llanta en la que debe ir montado el neumático.
Conducir con precaución cuando llueve
Una vez iniciado el viaje en carretera con los neumáticos adecuados hay una serie de medidas que el conductor debe tomar para conseguir que su viaje sea lo más seguro y tranquilo posible. Estas actuaciones son especialmente importantes en carreteras no muy mojadas, cuando está empezando a llover. Esto es así porque la mezcla de grasa y polvo con las primeras gotas de lluvia derivan en un asfalto muy resbaladizo, especialmente peligroso para la conducción.
Aumentar la distancia de seguridad es uno de los principales consejos cuando se conduce en época de lluvia. Es de sentido común saber que, en una carretera mojada, el automóvil requiere de más distancia para frenar. Doblar la distancia de seguridad respecto a condiciones normales de conducción es una recomendación que realiza la Dirección General de Tráfico de forma habitual.
Tratar de frenar lo menos posible es también conveniente y más en carreteras resbaladizas. Mantener una velocidad constante, sin acelerones, ayuda. Y, si no hay más remedio que frenar ante un atasco o una circunstancia del tráfico inesperada, es mejor reducir la velocidad de forma progresiva antes que frenar bruscamente.
El aquaplaning es uno de los fenómenos más temidos por los conductores en días de lluvia. Consiste en la pérdida de contacto del vehículo con la carretera al atravesar un charco o balsa de agua. El neumático no es capaz de evacuar el agua de forma instantánea y pierde agarre, con el peligro que ello supone. Los neumáticos específicos y de gran calidad para la lluvia pueden minimizar los efectos del aquaplanning. De no ser así el mejor consejo para el conductor es disminuir la velocidad, no frenar y sujetar firmemente el volante para no perder el control del automóvil.
Otra medida de sentido común es reducir la velocidad. El exceso de velocidad y el mal estado de los neumáticos son dos de los factores que más inciden en la provocación de accidentes con lluvia.
Por otro lado dada la pérdida de visibilidad con lluvia es fundamental llevar puestas las luces adecuadas. Estas luces son las de cruce o cortas, que deben estar siempre encendidas a cualquier hora del día. De esta forma quienes circulan se aseguran tanto de ver cómo de ser vistos por el resto de coches.
Conviene hacer una última recomendación: nunca hay que perder la calma al volante. Estar nerviosos sólo puede complicar la conducción. Si no nos sentimos seguros conduciendo con lluvia es mejor esperar a tranquilizarnos o dejar a otra persona que tome el volante.