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Crimen plaza Cataluña: Once días bajo sospecha por una coincidencia

Un hombre aquejado de una enfermedad mental fue detenido a unos dos kilómetros del lugar de los hechos, completamente ensangrentado. Pero no tenía nada que ver

Imagen de archivo. Foto: Santiago Farizano

(Carlos López Izquierdo/EFE). Un cúmulo de coincidencias situó durante once días en el foco de las investigaciones del crimen de Gros a un hombre aquejado de una enfermedad mental que el 14 de marzo de 2020 fue detenido a unos dos kilómetros del lugar de los hechos, completamente ensangrentado y sin dar explicaciones sobre su extraña situación.

Treinta minutos antes, sobre las 6.00 horas, otro hombre había recibido más de cuarenta puñaladas y agonizaba aún sobre el suelo del parque infantil de la Plaza de Cataluña de San Sebastián, mientras las asistencias médicas intentaban infructuosamente evitar que muriera desangrado.

A pesar de los indicios que en un primer momento parecían apuntar a la autoría del primer detenido, el análisis de las grabaciones de distintas cámaras de seguridad, en las que este hombre aparecía con ropa distinta a la del presunto asesino, así como el examen de los tránsitos de sus llamadas de móvil por un repetidor situado en una zona diferente al lugar del crimen, permitieron finalmente a la Ertzaintza descartar su participación en esta muerte y propiciaron su salida de prisión el 25 de marzo.

Unos días después, los resultados de las analíticas hematológicas remitidas a la Policía científica confirmaron definitivamente su inocencia, dado que la sangre encontrada en su ropa no pertenecía a la víctima sino a él mismo, tras haberse autolesionado con unos cristales rotos, de forma que su caso quedó definitivamente archivado.

Su supuesta ubicación en las proximidades del crimen a una hora cercana a los hechos, su ropa ensangrentada y sus «antecedentes» (hacía poco que había salido de prisión, según han señalado a EFE fuentes del caso) lo habían situado durante unos días en el ojo del huracán.

Una peripecia cuyo origen ha relatado este martes su propia madre, a petición de la defensa, ante el tribunal del jurado que desde la semana pasada enjuicia el caso en la Audiencia de Gipuzkoa.

Esta mujer ha recordado cómo aquel día tanto ella como su marido se encontraban «mal», porque su hijo les había dicho por el móvil que estaba «deprimido», que «había consumido» y que «no quería vivir» porque sabía que «les estaba haciendo daño».

Una situación ante la que ambos decidieron salir a buscarlo por la calle pero, cómo no lo encontraban, pidieron ayuda a una patrulla de la Policía Municipal que circulaba por allí y a la que explicaron que su hijo podría estar por la zona del pasadizo de Egia.

Paralelamente, la madre siguió hablando por teléfono con su hijo durante «toda la noche» en la que éste también le mandó un mensaje de Whatsapp advirtiéndole de que la iba a «liar».

«Decía que había cogido un cristal y se iba a cortar», ha comentado esta mujer, visiblemente compungida, mientras se preguntaba por qué había sido llamada a declarar ante el jurado y «qué tiene que ver» su hijo con el crimen de Gros, mientras repetía que a ella su hijo nunca le había dicho que quisiera «matar a alguien».

A preguntas de las partes, la testigo también ha puesto de relieve que, a diferencia de la cazadora que llevaba el autor del crimen de Gros, la capucha de la sudadera que vestía su hijo no tenía pelo en el borde, además de no parecerse físicamente «en nada» al acusado.

«Los pasamos fatal» hasta que se sobreseyó el asunto ha recordado, aún afectada, esta mujer. Un archivo que, por otra parte, nadie recurrió, según ha puesto de manifiesto el fiscal en la sesión de este martes.

Finalmente, cerca de un mes y medio después del crimen, el 27 de abril, la Ertzaintza detuvo a un ciudadano de origen cubano como el presunto autor de la muerte, un individuo que está siendo juzgado ahora por un tribunal del jurado en la Audiencia de Gipuzkoa, junto a su novia, presunta encubridora del crimen.

Más informaciónLa víctima de Gros estuvo viva durante todo el ataque y murió desangrada


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