Un sobrecogedor diente pétreo se eleva directamente hacia el cielo, sobresaliendo entre los bosques de encina que se acurrucan a sus pies. Algo en él, extrañamente magnético, te atrapa cuando dejas que tus gastadas botas acaricien los viejos senderos que nos llevan a descubrir sus atávicos secretos. Un tótem de piedra, con una marcada forma…Continuar leyendo «Santuario prehistórico de San Quiriaco. A la vera del totem»

El caminante marchaba pausadamente por la sucesión de bellas y dulces praderas de altura que aquella mágica sierra le regalaba. Marchaba, disfrutando de cada paso que sus viejas botas daban sobre la mullida hierba de verde intenso. Marchaba imbuido en sus pensamientos, ésos que tan solo determinados lugares especiales, son capaces de hacer florecer. Caminando…Continuar leyendo «Unako Potzua. El mágico lago de la montaña»

El viejo camino empedrado, parecía querer escapar de la caótica vorágine que se agolpaba en el valle. Sus gastadas piedras, custodiadas por robles, hayas, espinos y fresnos, huían desesperadamente hacia la acogedora seguridad de la montaña. Su objetivo estaba claro, no había lugar a dudas, un marcado tajo natural, que cerraba el horizonte, un profundo…Continuar leyendo «Casa Torre de Muntsaratz. Al arrullo de la diosa»

Hay veces en que las piedras nos hablan. En que nos susurran, quedamente, sus telúricos secretos, hechos de magia y de belleza. Viejas piedras agazapadas en los escondidos rinconcitos de nuestras soberbias montañas mágicas. Conocedoras de las antiguas historias de la cultura del bosque, esa que se ha ido trasmitiendo de generación en generación, al…Continuar leyendo «Crómlechs de Egiar y Estela de Andrearriaga. El eco de las viejas piedras»

La borrasca barría con fuerza las dulces praderas de altura, los vientos del noroeste se empeñaban en que retrocediéramos, ese día, la montaña deseaba quedarse a solas consigo misma. Pero nuestras viejas botas de hojarasca y de atardeceres, no se dejan amedrentar fácilmente, y con terquedad, caminaban entre la hierba mojada de aquella tarde de…Continuar leyendo «Cromlechs de Urgarata, belleza mecida por el viento»

Cumbre de Sastarri

Como ya sabréis, queridos lectores, la sierra de Aralar, es para este humilde vagabundo de hojarascas, un lugar profundamente íntimo, especial. No oculto, ni lo intento, que esta bella montaña ocupa un lugar de oro en mi corazón, allí donde más calorcito hace. Profundamente vinculada a mi existencia desde que tengo uso de razón, sus…Continuar leyendo «Sastarri. De bosques, carboneros, mitos y belleza»